sábado, 5 de marzo de 2011

Ni SUBE, ni frenan

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Ya varias veces comenté el atraso fenomenal que tiene la implementación de la tarjeta SUBE, una idea simple, que ya existe, que se implementó desde hace años en los subtes, y que el Gobierno Nacional presentó con una sobreactuación y una desmesura, propia del estilo al que nos tiene acostumbrado. Por supuesto, anuncios, nada más. La tarjeta sigue sin aparecer.

La fecha prometida en el inicio del 2009 fue de tres meses. Era obvio que se trataba de una mentira, ni siquiera podemos calificar de un error de cálculo o una expresión de deseos que luego se vio frustrada por inconvenientes inesperados, no. La presidenta estaba rodeada de los máximos funcionarios del área, entre ellos el super ministro Julio De Vido. Cualquiera de ellos sabía que  eso era imposible, y seguramente sabían que poco se esforzarían para que se ejecutara rápido. Tampoco se trataría de una prioridad para el entonces Secretario de Transporte, Ricardo Jaime, obviamente.

La tarjeta SUBE que permitirá que con una tarjeta recargable se puede acceder a todos los medios de transportes metropolitanos (subtes, colectivos, trenes) sin tener que pagar con monedas, de un modo simple y rápido. Se trata de simplificarle la vida a los usuarios, a los trabajadores del sector y a transparentar cuentas y cifras. Parece ser que es demasiado buena y transparente para tener prioridad.GRA_4131.JPG

La tarjeta se va implementando poco a poco, más de la mano de la iniciativa del mercado, como lo había hecho ya en los subtes, que de la voluntad o de un plan del gobierno. La existente Subtecard y la ampliación de la tarjeta Monedero son buenos casos.

Este es un pequeño gran ejemplo. Muestra la baja prioridad que tiene el transporte público para la mayoría de los funcionarios nacionales, y no tengo demasiados motivos para suponer algo diferente de los demás, pero en este caso, les cabe a los nacionales. Muestra el absoluto desprecio por hacerle llegar las bondades de las modernas tecnologías a la gente común, para hacerles la vida más fácil.

La irrupción de las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) permiten maravillas a la hora de mejorar servicios públicos y elevar los niveles de seguridad en ellos. El transporte es un sector especialmente beneficiado por ese potencial. Y la calidad del transporte determina en buena medida la calidad de vida de una sociedad.

No sólo lo digo en términos de comodidad o confort, enfatizo que el avance tecnológico también hace a la seguridad. Menos dinero en los medios de transporte y todo lo que se puede diseñar para la localización de móviles y… por ejemplo, detectar cuando un tren está parado en la misma vía por la que tiene que pasar otro!!

El accidente reciente, en San Miguel, muestra el desastre que son los trenes, no sólo por lo sucios, desprolijos, en todos los sentidos, del servicio y las deficiencias que ya sabemos, sino que además no existen sistemas de seguridad alguno que eviten este tipo de colisiones, un clásico de clásicos. 

imageCuando veo un choque de trenes veo allí la máxima estupidez. Un medio que cuenta con todas las chances para ser de máxima seguridad, y sin embargo, sufrimos de su inseguridad como con cualquier otro. Que un tren se trague a otro que está parado, es porque falló todo, fallamos todos.

El transporte es una variable enorme que hace a la calidad de vida, la habitabilidad de una ciudad. El transporte puede transformar a una ciudad en un caos, en un infierno cotidiano, o puede ser otra cosa. Es una de las fuentes de polución en el ámbito urbano y el transporte en general es un sector de altísima incidencia en las emisiones de gases de efecto invernadero. Sobran los motivos, las razones, para hacerlo mejor, para que sea una prioridad de Estado.

“Trenes horribles para todos”. Ese es el plan que nunca fue anunciado pero que funciona a la perfección y que efectivamente llega a una inmensa proporción de la población. Es perfecta su implementación.

No comenzó con este gobierno, no, pero asombra la inacción de un gobierno que se preocupa supuestamente por las penurias populares y al que le sobra caja para desarrollar políticas de estado en ésta como en otras materias. ¿Qué pasa con los trenes en la Argentina?

Asombra que los trenes sean tema importante sólo para un candidato, Pino Solanas, asombra. Y esto no habla necesariamente bien de Pino Solanas! nos habla  de lo mal que están los demás candidatos!

Cali

 

“Trabajando en el ferrocarril” Pappo´s Blues (1973)

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