miércoles, 29 de diciembre de 2010

“Hacia una política energética sostenible” (20/12/10)

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Construir las bases para el crecimiento de una conciencia política verde en la Argentina y en la Ciudad de Buenos Aires”

Organizado por la Fundación Ecologista Verde, Foro de Ecología Política y Fundación Heinrich Böell

En toda América Latina se viene observando un crecimiento de la conciencia política verde. Las elecciones presidenciales en Brasil, donde el Partido Verde ha tenido un crecimiento notable en su adhesión electoral, alcanzando el 20% de los votos en todo el país luego de más de 20 años de presencia política; así como el crecimiento inusitado y vertiginoso del Partido Verde en las elecciones presidenciales de Colombia, han despertado en la Argentina un nivel de expectativa que puede resultar un interesante punto de partida para el crecimiento de … (sigue en el Blog)

lunes, 27 de diciembre de 2010

Gané el Lotto!

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Acabo de recibir la notificación que he ganado la friolera suma de 1.000.000 de dólares. Acabo de reventar la tarjeta con regalos de fin de año para todos ustedes!!!

La prueba contundente de mi fortuna:

De: UK LOTTO [mraliwilliams@freeolamail.com]
Enviado el: Lunes, 27 de Diciembre de 2010 04:50 a.m.
Para: "Undisclosed-Recipient:;"@dialb.greenpeace.org
Asunto: RE: Su ID de correo electrónico ganado un millón de dólares

Inglaterra nacionales ganadores de lotería en línea gratis

Nos complace anunciar a usted que usted es uno de nuestros afortunados 10 (Diez) Los ganadores de este hoy. comunicarse con el Sr. Mateo. Stanley Williams para la reclamación

direcciones ganadores fueron seleccionados al azar de la World Wide Web a través de un drenaje del sistema informático y extraídos de más de 100.000 los sindicatos, las asociaciones y organizaciones de sociedades que cotizan en línea de Asia, Australia, Nueva Zelanda, Europa, América del Norte y América del Sur, Oriente Medio y África, como parte de nuestro Programa Internacional de Promociones.

Número del billete:  

56475600545 188
Número de serie:      5368/02
Los números ganadores: 20 34 23 25 30 31 48 10 BB

Usted consiguiente, se han aprobado para demandar una suma total de $ 1.000.000 (Un millón de dólares de EE.UU.) en efectivo acreditado al archivo. REF No.: IR/08/736207147/VN

Una vez más, en nombre de todo nuestro personal, FELICIDADES! Atentamente,

El Sr. Matthew Stanley Williams
Gerente de Promoción

domingo, 26 de diciembre de 2010

Foro de Ecología Política (génesis)

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Hace unos 8 años un grupo de activistas y militantes ecologistas nos nucleamos en torno a lo que dimos en llamar el “Foro de Ecología Política”… (BLOG)

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miércoles, 15 de diciembre de 2010

Anomia

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Finalmente comenzó a existir un diálogo entre el Gobierno Nacional y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en torno a las tomas del parque Indoamericano. No fue producto de un repentino ataque de madurez  política, fue el terror de ver que el propio estropicio que avivaron comenzó a extenderse y a afectar a sus propios aliados.

La consecuencia lógica de lo que dejaron que sucediera y, de manera directa o indirecta, quiso ser aprovechada políticamente, tuvo un desarrollo como era de esperarse.

Todo esto agrega más responsabilidad a lo que señalé en el articulo anterior.

Aquí un buen artículo de ayer de Alvaro Abos que pone el acento en donde nadie quiere ponerlo, nuestro deforme modelo metropolitano. También lo hace en las actitudes gubernamentales y de la nueva clase de “dirigentes sociales” que han crecido bajo su cobijo.

Cali 
 

Villa Soldati, la ley de la selva en la megalopolis

La Argentina cayó en la anomia

Alvaro Abos

Para LA NACION Martes 14 de diciembre de 2010

Quien llega por el aire a Buenos Aires ve una inmensa pampa de cemento que se extiende sin solución de continuidad a lo largo de kilómetros, sólo detenida al Este por el Río de la Plata. Como las líneas de una mano, algunas rayas -avenidas, rutas- cruzan la inabarcable cuadrícula hacia el Norte, el Oeste, el Sur. Si el viajero sobrevuela Buenos Aires por la noche, el espectáculo del mar de luces es feérico; su belleza deslumbra. Es el área metropolitana porteña. Es muy hermosa, desde el cielo. Pero puede ser un infierno a ras de la tierra.

El área metropolitana concentra catorce millones de habitantes. El 30% de la población del país se apiña en el 0,1% de la superficie. La macrocefalia de la Capital es un problema consustancial de la Argentina. Pero parece irreversible, sobre todo porque ni siquiera dan señales de advertirlo quienes lo padecen.
Si hubo un tema que derramó ríos de sangre a lo largo de la historia argentina fue el de la titularidaimaged de la ciudad de Buenos Aires. Provocó una guerra civil que duró setenta años. Quien se quedara con las rentas de la Aduana de Buenos Aires sería rico. Durante años, en el siglo XIX, la ciudad de Buenos Aires fue un estado independiente, segregado del resto de la Argentina, que fijó su capital en Paraná, Entre Ríos. Finalmente, en 1880 se alcanzó una ¿solución?: la capital se federalizó.

Esto quería decir que mientras el territorio del país se dividía en provincias, quedaba en poder de la Nación su capital, cuyos límites se trazaron con una regla: son los que hoy coinciden con la avenida de circunvalación, llamada General Paz. El territorio que la rodea formó una entidad llamada Provincia de Buenos Aires.

Pasó el tiempo y esa "solución" sigue vigente en el papel, pero su relación con la realidad es lejana. Así, hoy tenemos una inmensa ciudad -el área metropolitana- despedazada en jurisdicciones administrativas diversas.
En la Capital Federal viven tres millones de personas, cantidad inamovible desde hace largas décadas. Pero hay once millones de personas que entran a la Capital, transitan sus calles, se curan en sus hospitales, se divierten con las amenidades capitalinas, hacen trámites en las oficinas públicas, crean arte, cometen delitos, y al atardecer retornan a dormir a alguna de las treinta comunas que se han formado en el llamado Gran Buenos. La sociología ha dividido esa ciudad, que es una y no varias, en un mapa de capas concéntricas llamadas cordones, clasificados según la cercanía al núcleo histórico de la ciudad, que es también la sede del poder: el primer cordón, el segundo cordón, el tercer cordón.

Esas comunas alguna vez fueron pueblos de la pampa, que luego se hicieron suburbios, asentados alrededor de una iglesia o una estancia que servía de parador en las diligencias. En un proceso imparable de agregación, pasaron de rurales a suburbiales.

No queda nada de aquellos núcleos originarios. El Gran Buenos Aires es una continuidad urbana compleja, rica, diversa, con frecuencia contradictoria, pero urbanísticamente unitaria, dividida en caprichosas jurisdicciones.

Así pues, a los problemas que de por sí enfrenta cualquier país de hoy, en la Argentina se suma una esquizofrenia administrativa que complica la vida social y política. Toda megaciudad es fuente de problemas. Aclaro desde ya que aprecio el don que para un país supone una ciudad de la magnitud de Buenos Aires: por su potencia, por su creatividad, por la energía que ella enciende.

Pero una megaciudad como el área metropolitana porteña, que está despedazada en tantas burocracias nacionales, provinciales o municipales, y cuyo diseño ha perdido racionalidad, genera tantos problemas como riquezas regala.image

El gigantismo del área metropolitana favorece la criminalidad, pues ofrece a los delincuentes mil refugios y auspicia nuevas formas de delito como el tráfico de drogas. Mortifica la vida cotidiana de millones de personas humildes, obligadas a soportar viajes degradantes en tortuosos medios de transporte.
La reproducción de las burocracias complica el acto de gobernar, que se torna caótico.

Nada de todo esto es mal exclusivo de la Argentina: las megaciudades y sus lacras son problemas graves en todo el mundo. Basta pensar en México, cuyo Distrito Federal es una de las ciudades más grandes del mundo, azotada por la criminalidad. Sin embargo, pocas son las latitudes donde el problema asume tanta radicalidad como en la Argentina. Comparemos nuestra situación con la del Brasil, que tiene una población cinco veces más grande. Si se trasladase la proporción de gente que habita el área metropolitana argentina a un país con las dimensiones de Brasil, se tendría una ciudad de? ¡sesenta millones de habitantes!

La reforma constitucional de 1994 convirtió la intendencia de la Capital Federal en un gobierno autónomo, cuyas autoridades son electas por el voto de los ciudadanos que figuran en su padrón. Sin embargo, los intereses políticos dificultaron ese nuevo diseño: numerosas atribuciones que debieron ser transferidas al gobierno autónomo porteño, por ejemplo el poder de policía o el manejo del transporte, fueron retenidas por el gobierno nacional.

Así se acentuó un explosivo peligro: las divisiones políticas entre los gobiernos nacional, provincial y municipal convierten a los ciudadanos de la ciudad en rehenes de los gobernantes. Esta situación origina una curiosidad política argentina: la llamada "maldición de Buenos Aires", según la cual ningún político que haya sido gobernador de la principal provincia ha podido pasar a presidente electo de la nación. Aunque usted no crea en la magia, como no cree el autor de esta nota, no dejará de observar la explicación política que tiene la susodicha "maldición": es tan grande el poder que acumula un gobernador de Buenos Aires que, tarde o temprano, choca con el presidente. Y se quema? Se non e vero ?

En Villa Soldati, un parque público fue ocupado por mil familias pobres que instalaron allí sus viviendas precarias. Son excluidos del "modelo" kirchnerista, desesperados conducidos a una aventura por punteros que practican el clientelismo político como variante delincuencial. Así se incubó esta tragedia, que produjo ya varias muertes: con una violación del derecho, pues la usurpación -apropiación de tierra ajena- es una figura del Código Penal. Pero el gobierno comunal no dispone de la fuerza pública para impedirla ni para sancionarla. ¿O acaso hemos olvidado que el Estado nacional se negó a traspasar el poder de policía a la ciudad?

El gobierno nacional privilegió su propio interés político (perjudicar al gobernador Macri, un rival) y omitió aplicar la ley. Los mandatos emitidos por jueces no modificaran tal inacción. Con lo cual, durante un cierto tiempo, en la Argentina rigió la impunidad. Ello, a su vez, provocó la reacción de los vecinos del predio -todos ellos de condición modesta, pues los barrios afectados, Villa Soldati y Villa Lugano, están entre los más pobres del distrito-, quienes actuaron por mano propia.

La Argentina cayó en la anomia, un concepto que Emile Durkheim, uno de los formadores de la sociología moderna, usaba para nombrar la inaplicación de normas. Durante la anomia, la única ley que impera es la ley de la selva, la ley previa a la constitución del Estado.image

La política debería ser la discusión pública de los problemas de los ciudadanos, pero también la preparación de futuras formas de vida y la reforma de los vicios que oscurecen esa vida. Las elites políticas argentinas no quieren o no pueden ir más allá de la contingencia, de lo inmediato. El gigantismo del área metropolitana es uno de esos problemas de los que nadie habla. Y, sin embargo, esa terra incognita se entromete en la actualidad. Y sus aciagos frutos asaltan la agenda, como sucedió con los sucesos de Villa Soldati. El gobierno que rige desde 2003 no mira más allá de la contingencia. Prefiere esconder la basura debajo de la alfombra.

El único político que en los últimos veinte o treinta años parece haber pensado algo respecto al gigantismo porteño fue Raúl Alfonsín, quien, allá por 1986, postuló llevar la capital del país a Viedma-Carmen de Patagones. Buena o mala, aquello, por lo menos, era una idea. Alfonsín no tuvo ni siquiera la oportunidad de desarrollarla, acosado como estuvo por los golpes militares, las huelgas generales y las turbulencias inflacionarias. Desde entonces, nadie parece haber pensado en lo que advierten los urbanistas y geógrafos, o sea quienes estudian estos temas sin la presión del día tras día: ellos predicen que, de continuar esta espiral, en un par de décadas la mitad de la población argentina se concentrará en una ciudad que unirá Rosario con La Plata. ¿Ese es nuestro inevitable futuro?

En 1956, el presidente de Brasil, Juscelino Kubitschek, se enfrentó al fantasma del centralismo. Llamó a unos grandes arquitectos que tenía el país, Lucio Costa y Oscar Niemeyer, y estos creadores de utopías, que eran también realizadores natos, soñaron Brasilia. Pero, además, la hicieron.

Ellos no escondieron la basura bajo la alfombra.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Hay niños mirando

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Atravesamos días donde no encuentro una dosis de cordura mínima suficiente. Lo que abunda es política barata, rastrera y sin grandeza.

La negación a actuar por parte del Estado ha generado una situación de desolación y barbarie como pocas veces vi, no sólo por intensidad, sino por su extensión en el tiempo. Todos estamos asistiendo al espectáculo caníbal que desde el Indoamericano (vaya paradoja de nombre!) nos provee la TV.

Me es increíble los tweeters al rojo vivo de los funcionarios que aprovechan la “pantalla caliente”. No se puede creer lo que están haciendo.

¿Qué podrían hacer? Muy simple, primer paso, una de las funciones básicas por las que se creó el Estado, disponer de fuerzas policiales que imposibiliten la violencia entre los grupos enfrentados, no dejar que la situación avance, no dejar que haya más heridas que luego no se reparan fácilmente (no estoy hablando sólo de la de las balas). Dejar de caer al vacío como sociedad. Dejen de sacar cuentas y piensen un poco en la gente. Se que es una frase que puede sonar hueca, pero que se aplica literalmente

Luego habrá que ver qué sucedió. Cómo es que aparecen actores políticos identificables delante de la cámaras actuando como “vecinos”, los problemas estructurales, la falta de viviendas, el desempleo, la explotación, etc, etc.

Por favor, hay niños. Hay niños en el Indoamericano, en Villa Soldati, hay niños mirando por TV. Nos están mirando.

Cali
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Opinión

De espaldas a la ley

Por Santiago Kovadloff
Para LA NACION

Sábado 11 de diciembre de 2010

La Argentina despide el año trágicamente. La violencia social vuelve a sembrar muertos en el país. Tal es la evidencia. Pero la lectura de fondo que debe hacerse de ese hecho es que la Argentina despide el año -otro años más- de espaldas a la ley.

El Gobierno se empeña en homologar la aplicación de la ley a la represión. Con ello desbarata toda posibilidad de contribuir a dar forma a una comunidad organizada. Con ello, además, se convierte en promotor de la impunidad que debería combatir y de la anarquía social que debería impedir. Obra como un cómplice cuando debería hacerlo como un juez.

¿Qué teme el Gobierno? Mucho más los costos de la asunción de sus obligaciones que los amargos frutos de su escalofriante prescindencia. Esa y no otra es su conducta perversa. Quiere ganar, ganar siempre, al precio que sea, caiga quien caiga. Y esta verdad es la que buscan disimular sus aparentes cambios recientes. Los comportamientos últimos de la Presidenta, que parecían indicar que se distanciaba del estilo de su esposo, hoy vuelven a probar que ese estilo no murió con él.

Si el gobierno de la ciudad de Buenos Aires es impotente para proceder, el nacional es irresponsable, pues debiendo y pudiendo intervenir, no lo quiere hacer. ¿Cómo no sospechar que su propósito es terminar con Mauricio Macri y no con el delito?

Villa Soldati es el escenario que refleja la magnitud alcanzada por la ausencia de la ley, por su instrumentación perversa, por su manipulación. Tal vez los ánimos se apacigüen en un tiempo más. Pero el problema que los enardeció hasta caer en el salvajismo no estará resuelto mientras la simulación democrática en que vivimos no dé lugar a los mandatos de la democracia auténtica.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Boa Vista

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Como ye dije, las nuevas ediciones de los primeros discos en la CBS de Simone son una buena excusa para continuar con el recorrido discográfico de la Cigarra. Simone es hoy una artista que no tiene ningún grado de popularidad en Argentina, y como me gusta hacer estos homenajes (aguante?) a artistas no siempre bien reconocidos (a pesar de sus méritos) y con los que tengo un especial afecto, sigo entonces adelante.

Con el disco, “Amar” (1981), se suele decir que arranca la década de los 80 para Simone. Marca el final de su etapa en la EMI Odeon y el inicio de un contrato millonario con la CBS. Para muchos, se acaba aquí la mejor etapa de ella. Para mi, hay muchísimas joyas en medio del ruido de esos años.

En líneas generales, el paso a la década de los 80 es un paso traumático para la música popular. Quienes vivimos esos años como público, nos resultaron años medio confusos y, hasta diría, que los sufrimos. En buena medida, para muchos, esa década arranca el 8 de diciembre de 1980, con la muerte de Lennon. No se decir exactamente por qué, pero definitivamente, ese día comenzamos a enterrar los años 60 y 70. El desamparo y la sensación de “uh, pero no duraba toda la vida?”.

Durante 1981 casi todos los músicos incluirían en sus nuevos discos temas dedicados a Lennon. No era sencillo procesarlo. De hecho, en este caso particular, Simone interpreta en este disco “Naquela Noite com Yoko”, canción urgente de Sueli Costa y Abel Silva. En enero de 1982 muere Elis Regina, para la música popular de Brasil se hizo más que evidente que se habían acabado los 60 y los 70, décadas en las que reinó Elis.

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Con los 80 llegan nuevos sonidos. Algunos, los puedo recordar gratamente, como el piano semiacústico Yamaha, las guitarras acústicas Ovation, pero no así con la mayoría del sonido que comienza a proliferar en esa época; aparece una camada de nuevos teclados que estaban empecinados en empalagarlo todo, baterías electrónicas metidas hasta el hartazgo, mucho saxo alto (Kenny G mediante), etc.

Y todo ese paquete venía acompañado de productores!.

Vaya a saber por qué, pero los productores deciden que las grabaciones de esa época comiencen a sonar más agudas y chillonas, las voces se grababan más lejanas, sumergidas entre los instrumentos. Mucho estudio de grabación en USA y músicos internacionales.

Y todo eso venía acompañado de videos!

En agosto de 1981 se lanza la MTV. Recuerdo esos años con esos colores todos empastados propios de la tecnología basada en formatos de cinta (como el VHS, en formato hogareño). Cualquier grabación blanco y negro de los 60 era infinitamente mejor que las grabaciones color de comienzos de esa década. Los video clips comienzan a mostrarnos los raros peinados de la época. Hasta cierto rock duro de otrora deviene, video mediante, en un glam rock de muchachos de cabelleras rubias vaporosas y pectorales al descubierto. Definitivamente, ya no se trataba de aquellos héroes de la radio a la madrugada.

El primer video emitido en el lanzamiento de la MTV el 1 de agosto de 1981 fue un video emblemático de la época… “Video killed the radio star” de The Buggles (aquí puse algo más sobre esto).

Aquí se puede ver los primeros minutos del lanzamiento de la MTV

Volviendo a Amar (1981) y Simone, las principales críticas sobre sus discos de esta década es que se convierten en productos fríos, repetición deimage fórmulas, sin riesgo, arreglos convencionales, sin matices distintivos entre ellos. Se habla de la involución de Simone, su figura de estrella comienza a generar algunas oposiciones. A su favor, el repertorio siguió apostando a grandes canciones, muchas de ellas, convirtiéndose inmediatamente en clásicos, aunque sea difícil identificar a que discos pertenece cada una, producto de esa uniformidad de sonidos de la época.

La uniformidad también se vincula con una tendencia generalizada del momento, las producciones que abusaron en utilizar técnicos, estudios y músicos de, por ejemplo, Los Angeles.

Sin embargo, esto que sucedía con los discos poco tenía que ver con lo que ocurría en la calle y en los estadios. Las ventas de discos -en ese entonces, un buen parámetro del seguimiento del público- estaban en permanentemente ascenso. Sus shows eran cada vez más populares, no sólo por masividad sino por su diversidad y por la adhesión que despertaban. Si los discos comienzan a sonar fríos y casi aburridos, otra cosa era Simone en escena. Recordemos que es a comienzos de 1982 cuando hace su presentación en el estadio Morumbí ante unas 100.000 personas, video que coloqué en esta entrada.

Son años politizados, como lo señalé en algunas entradas previas, unido a una potencia escénica poco frecuente, convirtiendo sus shows en eventos fuera de lo común. La presentación de “Amar” se hizo a inicios de 1982. La periodista Helena Silveira escribió en la Folha de São Paulo que Flávio Rangel, director artístico de los shows de Simone, la previno diciendo: "Você não vai assistir a um show image musical. Você vai ver um fenômeno sociológico". En otro tramo de esa crónica se cita a la Simone politizada: “Sou de esquerda por uma questão de dignidade, num país como o nosso”. (Simone, toda emoção solta no Ibirapuera”, 30/3/82).

Amar”  fue grabado en sólo 15 días y en 5 mezclado y fue otro éxito de ventas inmediato. Los compositores versionados no difieren sustancialmente a los presentes en sus anteriores discos. La canción “Amar”, que le dio nombre al disco, pertenece a Milton Nascimento. Pero el tema de Milton de este disco que perdurará en la memoria es “Encontros e Despedidas“.

 

De este disco puse en entrada anterior al buen tema “Barbara” en dueto con Gal Costa. Otra particularidad de este disco es que incluye su primer tema grabado en español “yo no te pido” de Pablo Milanés.

Inmediatamente, en una producción discográfica también veloz, edita en ese mismo año “Corpo e Alma” (1982). En entrevista previa, Simone dirá que ese disco llegaría al millón de copias, cosa que llegó efectivamente. Estos dichos de Simone provocaron la reacción de Caetano Veloso, quien es de muy pocas pulgas, y dijo que un disco no es un producto como el jabón en polvo. Simone luego contestó “Gente sou eu, o disco e um produto. Como o sabao en pó”. Una polémica que empañó aún más las críticas flojas de este nuevo disco, a pesar de ser otro extraordinario éxito de ventas y una serie de presentaciones en vivo que fueron realmente extraordinarias. El disco era una cosa, floja por cierto, otra cosa era la Simone en vivo.

En “Corpo e Alma” aparece otra canción en español, “Alfonsina y el mar”.

Los shows de “Corpo e Alma” arrancan a finales de ese año y continuaron hasta 1983. El éxito increíble de eso shows hizo que el 17 de diciembre de 1982 la TV Globo decidiera transmitir en vivo un show que se haría en un parque público en Rio de Janeriro (Quinta da Boa Vista). No hay una cifra cierta de la cantidad de gente que había esa noche, se supone unas 50.000 (algunos diarios hablaron de más de 100 mil). Los  shows de fin de año de Simone comenzaban a ser tan populares como las fiestas.

Este video es un tramo de ese show, haciendo “Começar de Novo”, el sonido no es bueno, pero da una idea de lo que sucedía esa noche.

Rede Globo - Especial 'Corpo e Alma'
Quinta da Boa Vista, Rio de janeiro,
17 de dezembro de 1982
- ao vivo
Apresentação
Especial com a cantora Simone exibido ao vivo a partir de um show realizado pela Divisão de Eventos Especiais da TV Globo na Quinta da Boa Vista, no Rio de Janeiro. Durante mais de uma hora, Simone interpretou músicas de seu novo disco, recordou sucessos anteriores e apresentou três músicas inéditas para uma platéia de cerca de 50 mil pessoas. O evento, com entrada franca, contou com a participação de uma grande orquestra, que acompanhou a cantora em várias canções de seu repertório, entre elas Sangrando, Sal da terra, Começar de novo, Corpo e Alma.
Direção geral de Aloysio Legey.
Site Memória Globo

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Simone, seu show-TV e complexidades
Simone (...) a atleta que bate bem um futebol; a mulher delicada ar de menina grande e assustada, a líder de massas, a mulher de participação política nas lutas de se tempo.
Simone é a representação simbólica de inúmeras marcas e perplexidades contemporâneas, por isso seu canto traduz a emoção de milhares de outros, em casa ou na platéia. Essa mulher alta e sedutora (em seu mistério) para homens e mulheres, aparece vestida com grande recato, muito mais coberta que revelada, augurando o respeito que pede para sua intimidade e ao mesmo despertando, assim, mais sedução. No tempo das obviedades extrovertidas, Simone revela recatos e introversões que atraem ainda mais complexidades para a sua figura de comunicação.
Essa figura, poderosa, (...) aparece cantando com força e vigor, um timbre morno, maduro, de meio soprano, grave, que não apenas aquece seu canto como o torna forte, de uma virilidade altamente feminina. Essa mistura de signos também na voz e na forma de cantar dão a Simone graus poderosos de densidade, de pathos, de sofrimento e drama (...).
Arthur da Távola, Jornal O Globo , 22 de dezembro de 1982
Leia na íntegra: Jornal O Globo</I="">

Hacia el final del show, haciendo un tema de Blitz, grupo de rock de la nueva camada de los 80.

Se puede ver el registro completo de ese show en este link.

Así arrancan los 80 para Simone: con conciertos multitudinarios, discos poco celebrados y la crítica que iba de un extremo al otro. Simone también era una artista polémica y que generaba controversia.

Es interesante leer la siguiente entrevista (muy muy dura) de enero de 1983. En ella se señala que en el show de Boa Vista hubo unas 150.000 personas (y un muerto!). El periodista y Simone se cruzan duro por las superproducciones, la crítica musical, sus vínculos políticos con dirigentes del PMDB, etc. Este tipo de cruces empiezan a ser frecuentes y lo peor, todavía está por venir.

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lunes, 29 de noviembre de 2010

El otro fracaso de Copenhague

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Podría exagerar y titular esto como “el verdadero fracaso de Copenhague”, pero por ahí es demasiado, entonces el “otro fracaso”.

Todos sabemos que hace un año los ojos del mundo estaban puestos en Copenhague a la expectativa de un acuerdo global para los próximos años en relación al cambio climático. Eso no sucedió. En cambio, un grupo de países firmó una simple promesa llamada “Acuerdo de Copenhague”. Un fracaso.

A un año de esa reunión en Copenhague (COP15) puedo señalar otro aspecto de ese fracaso.

El extravío y el todo vale climático.

Ahora que estamos a pocas horas de iniciada la deslucida reunión en Cancún (COP16) me doy cuenta que el impacto que tuvieron los misiles disparados sobre el IPCC durante el 2009 fueron, esta vez, muy eficaces. La parálisis política en la COP15 hizo el resto. Resultado: cualquiera puede ensayar la explicación que quiera para el cambio climático, total, mas o menos, “algo de razón tendrá”.

Desde hace un año, pero con particular intensidad en estas últimas semanas, previas a Cancún, veo como crece el extravío. Todo tiene lugar para explicar qué hay detrás y a los costados del cambio climático. Insisto, estas cosas, antes de Copenhague, casi no existían. Los “negacionistas” del cambio climático, por ejemplo, antes eran gente que intentaba parecer racional y competente, aunque fueran empleados de petroleras y automotrices.

Al ganar peso en los medios las más absurdas críticas al IPCC (la ciencia, lo siento, no tengo otro modo de decirlo) parece que estamos ante algo que puede ser o no, y si no se sabe si es o no es, caben en el medio cualquier delirio. Por otro lado, al perder peso las negociaciones en torno a la Convención de la ONU sobre el Cambio Climático parece ser que, en términos políticos, cualquier explicación viene bien.

Así, crecen discursos, como el que expone Martín Caparrós en su último libro, en el que a partir de sospechar que todo es un invento, suponer que todo es un gran negocio de gente como Al Gore y que entonces, todo parece ser una maniobra de marketing. Nada se explica ni se prueba, se sospecha. Se tiran hipótesis. Cualquier cosa. image

Están los que no ponen en duda el cambio climático, pero que descreen de la “política” climática. Tampoco se explica mucho y cuando se explica algo, lo hacen con fenomenales errores conceptuales y técnicos. Entonces se dan ideas y se replican mails que contienen errores garrafales acerca de los mercados de carbono, el Protocolo de Kioto, la Carta de las Naciones Unidas y lo que sea.

En el terreno político-ideológico, una recurrente explicación es decir que la culpa del cambio climático es del… capitalismo!. Es una trivialidad porque todos, absolutamente todos, los problemas que tengan una connotación económica, y éste más aún, serán producto del capitalismo puesto que es el sistema económico dominante en el mundo. Entonces, está claro que si existen problemas de distribución de la riqueza, hambre, destrucción de ecosistemas y de países, todo esos problemas son perfectamente atribuibles al capitalismo y es una explicación cierta e inapelable. El punto es reconocer la trama del problema y diseñar los cambios, en la profundidad que se necesite. Si lo que se necesita es una reformulación completa de la economía tal cual hoy la conocemos, entonces habrá que diseñar esa reformulación, desde sus primeros pasos.

Hay quienes están intentando que el sistema económico actual pueda adaptarse de tal modo que responda al desafío de reducir drásticamente las emisiones, hay quienes creen que esa tarea es imposible. No alcanza señalarlo, porque eso ya está ocurriendo, como lo hacen economistas liberales como Jeffrey Sachs. Ambos tienen que mostrar un plan de acción creíble a corto y mediano plazo, al menos. De otro modo es una simple invocación, casi mística. 

Hablando de mística, eso es lo que faltaba. Si le ponemos a esta discusión un poco de Biblia, GAIA, Pacha Mama y lo que venga, entonces la ensalada es cada vez más grande. Hay en escena santurrones y predicadores, bajo la vestimenta de antiguas y nuevas creencias. Un caso que me llamó la atención es el de la Fundación Códigos. Veamos este caso, realmente, estrambólico.

Fundación Códigos se llama así porque procura mostrarnos y revelar los códigos secretos de la Biblia en torno al cambio climático. Lugar de origen: Punta del Este. Su página: imperdible.

Quiero poner un par de videos aquí:image

1) Luis Seguessa, el presidente de Fundación Códigos, en el programa de Nancy Pasos. Hay algunas brutalidades aquí, tales como decir que el hielo del Artico está sobre tierra, cosa que no es así, el hielo ártico es hielo flotante, su derretimiento  no contribuirá al aumento del nivel del mar. Su teoría sobre “el problema del tsunami” es original y por último, lanza que “nos estamos quedando sin oxígeno”. Todo en 1’ 20’’ 

2) En este video institucional explica que el problema del cambio climático es que estamos “quemando” oxígeno cuando quemamos combustibles. Jamás había oído hablar que era posible quemar oxígeno!. Siendo ese el problema, la solución es autos eléctricos. Por supuesto nada dice sobre cómo se producirá esa electricidad. El asunto es no “quemar oxígeno” con “combustión cero”. Alguien pensará que Seguessa está haciendo una campaña pagada por la Toyota para ganar mercado para su “Prius”. No creo. Francamente creo que Toyota tiene mejores argumentos.

Dejo para la investigación de los lectores ver los videos sobre los códigos secretos de la Biblia, porque allí está la clave de toda esta sabiduría desconocida que nos revela sobre el cambio climático la Fundación Códigos.

Para refrescar la sabiduría, no tan novedosa, y aquellos códigos, no tan secretos, que les ayudarán a transitar por estos temas sin tanto desvaríos, ver: oxígeno, combustión, ciclo del oxígeno, cambio climático, IPCC, en wikipedia, es sencillo y no se dice macanazos.

Cali

sábado, 20 de noviembre de 2010

Cuadro caótico

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Está bien complicado el panorama político y eso se refleja en el Congreso. Siempre me resulta esclarecedor o, al menos, es una suerte de alivio mental cuando alguien pone las cosas sobre la mesa y habla con claridad, aunque sea lo trivial. Nuevamente una nota de Beatriz Sarlo para comentar y ayudar a pensar en lo que nos está pasando. Este artículo lo escribió  hace más de una semana, aún no había ocurrido la bofetada de la diputada Graciela Camaño ni muchas otras denuncias y acusaciones. Lo que lo hace más valioso aún.

Cali

 

El escándalo del Congreso y los problemas de la oposición

Razones de un cuadro caótico

Beatriz Sarlo
La Nación, viernes 12 de noviembre de 2010

La discusión del presupuesto para 2011 convirtió al Congreso en un escenario paradójicamente significativo, donde se representan, mal cruzadas, las internas de los partidos, las competencias entre dirigentes por el primer plano efímero al que seguirá otro igualmente efímero, y la convicción presidencial de que no debe negociar, discutir ni pactar nada de nada, ni siquiera dar aclaraciones. Las lógicas incompatibles de estas tres líneas dan un cuadro caótico.

Si los partidos de la oposición coinciden en que los ingresos de 2011 fueron groseramente subestimados por el Gobierno para asegurarse una caja suplementaria de donde saldrán millones para financiar la campaña electoral, si esto es verdaderamente así y, por lo tanto, extremadamente grave ya que no se trata de asignar recursos a tal o cual gasto sino sencillamente de mentir, es difícil entender el motivo que, antes del plenario de la Cámara de Diputados, les impidió lograr un dictamen conjunto haciendo foco en este punto escandaloso. Si lo que la oposición dice fuera cierto, el presupuesto es cuestionable no por tal o cual asignación de gastos, sino inválido en su base misma. Los diferentes partidos de la oposición tendrían razón en oponerse a votar un invento. Un presupuesto dibujado no puede aprobarse y quienes lo voten cometen un delito. Si todas las hipótesis anteriores son ciertas, es incomprensible que la oposición no haya resignado otras diferencias para obtener un dictamen común. image

Las cosas son más complicadas, porque en el Congreso no se está jugando solamente el destino de una ley. Durante meses, y hasta las elecciones de 2009, los diputados de la oposición se quejaron de las mayorías que el oficialismo construía para evitar sancionar leyes o para imponerlas sin modificaciones. Cuando esta situación cambió, al cambiar la composición de la Cámara de Diputados se anunció una nueva época. El Congreso volvería literalmente por sus fueros. Sin duda, algunos cambios fueron visibles y el Gobierno tuvo que jugar en situaciones que, meses antes, tenía ganadas de antemano. Esto hay que reconocerlo.

Sin embargo, de lleno en el año electoral, cuya pregnancia aumenta por la ausencia de Kirchner -un experto en organizar el campo de los amigos y los enemigos; es decir, un experto en la política de conflictos-, la oposición ha trasladado al Congreso una competencia propia de las próximas electorales. El Salón de los Pasos Perdidos es un set de televisión con los focos encendidos todo el tiempo, que lleva a las pantallas no sólo los acuerdos o desacuerdos que son típicos de la discusión de leyes, sino las denuncias que pertenecen a las campañas. Elisa Carrió, con el ademán efectista que la singulariza, denunció un "Pacto de Olivos", sin aclarar más. Dijo "Pacto de Olivos" y abrió la serie de asociaciones: acuerdo espurio, hecho de espaldas a los representados, en beneficio de quienes lo firman, que reviste con grandes objetivos los fines más rastreramente personales. image

Cuando se dice "Pacto de Olivos" no se está mencionando el capítulo de un libro de historia, sino un cliché. "Pino" Solanas no se quedó atrás, y como un actor que dice la frase breve pero reveladora de la escena, pasó por ahí y dejó caer: "El Pacto de Olivos sigue vigente". En ambos casos, no existe la preocupación de explicar más, ni de hacer menos enigmática la ofensa que recibe el radicalismo. Se trata de lo que se llama el sound-bite , el clip visual para la tribuna.

Si sólo sucediera esto, podría decirse que es anecdótico. Pero hay más. En medio de la discusión, como si la cosa no pudiera esperar ni un minuto, los radicales decidieron cambiar el orden comprometido para designar a las nuevas autoridades del bloque y a quien le correspondería la vicepresidencia primera de la Cámara. Entonces, en el barullo poco entendible de la discusión de presupuesto, el diputado Aguad es reemplazado no por Ricardo Alfonsín, tal como se había acordado, sino por Ricardo Gil Lavedra. Y los cobistas, que consideran ésta una maniobra inesperada, quedan descontentos, murmurando por esta interna de bancada que aparece en el momento menos oportuno.

Por si la confusión necesitara nuevos ingredientes, las espadas kirchneristas de la Cámara de Diputados exponen, con tono colérico, la idea de que la oposición quiere dejar a la Presidenta sin ley de leyes. Preparados para perder, porque la cuestión pasa por unos pocos diputados, chantajean con que si no se vota el presupuesto a libro cerrado, el país quedará sin su fundamental instrumento administrativo. Los kirchneristas aprovechan este particular momento para avivar el fuego con sus dos combustibles más eficaces: todo se hace para romper el "proyecto" (como si mentir los ingresos fuera tan funcional al proyecto como el dibujo de los números del Indec), y la ubicación inevitable de los responsables en la derecha (como si oponerse a una potencial falsificación de ingresos fuera un gesto naturalmente inscripto en ese lugar del espectro ideológico).

El kirchnerismo da así la prueba de que sólo aceptará dos posiciones: vencedor incondicionado o víctima. Esta disyunción está cargada con el plomo de la mala fe. Desde hace mucho se sabe que con un interlocutor de mala fe es muy difícil discutir. Se pierde siempre. La mala fe es una gelatina resistente a la lógica y a los datos. image

Frente a esto, no se soluciona nada expresando "la oposición tiene que unirse". Porque no hay una sola unión de la oposición sino dos, por lo menos, de diferente naturaleza. La oposición debería unirse en una votación, resignando muchas cuestiones, cuando está en juego algo fundamental, como, en el ejemplo actual, que el presupuesto encierre una falsificación de ingresos. Este es un límite y convoca a un acuerdo de sectores que se diferencian en muchísimas cosas.

Pero existe otra forma de exhortar a la unión que ya fue probada y que sirve para muy poco. Son las uniones en las cuales sucumben diferencias importantes para lograr un objetivo que, una vez conseguido, no sirve porque las diferencias que fueron olvidadas impiden que la victoria de la unión tenga una proyección en el tiempo. Típica de esta unión indeseable fue la Alianza, donde los que se unieron no se entendieron desde el principio. Típico de esta unión fue también el fenecido radicalismo K, otra confluencia sin principios de la que todavía se están viendo las consecuencias. Y sobre esas consecuencias que nadie se queje, porque fue el presidente Néstor Kirchner el que la promovió, tal como en un momento de sinceridad lo explicó su esposa.

El kirchnerismo es curioso y conocerlo significa toda una educación política. Extremadamente abierto para aceptar inscripciones en el libro de pases, para no hablar sólo de Cobos, querría recordar que socialistas menos conocidos, pero los más antiperonistas que tuve ocasión de tratar, fueron aceptados en el club K, que es extremadamente sectario respecto de los que no aceptan su dirección. Con ellos, ni diálogo. Duhalde hizo oposición a Kirchner con rasgos precisamente opuestos a éstos, pero la muerte del ex presidente lo deja en su hora más aciaga. Una fuerza centrípeta llevará a algunos hacia adentro del Partido JusRazones de un cuadro caóticoticialista y dejará afuera sólo a aquellos que tienen poder suficiente en sus provincias como para seguir allí.

Mientras tanto, no hay oposición sino oposiciones y no podría ser de otro modo. ¿O alguien cree en serio que se puede acordar un frente que junte a los radicales con Solanas? ¿O alguien cree que Felipe Solá seguirá discretamente interesado en Carrió cuando el Partido Justicialista inaugura una temporada de maniobras y reclutamiento?

Además, hay oposiciones porque hay diferencias reales y nadie todavía tuvo la fuerza ideológica, el prestigio político, el reconocimiento que permite encabezar un proyecto progresista como alternativa; ni siquiera la derecha, menos principista, logra acordar y están en retiro espiritual con sus asesores de imagen. Una alternativa reúne a mucha gente distinta, pero para no convertirse en una nave de los locos debe tener su eje, que no pasa por una simple composición de partes, sino por una línea de fuerza fundamental. Por eso, de los guiones de distintas obras que se representan en el Congreso, lo mejor que podría salir es un acuerdo parlamentario punto a punto. Lo demás sucederá fuera del set alquilado en el Salón de los Pasos Perdidos.

© LA NACION

viernes, 19 de noviembre de 2010

Mundo delirante

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Me había quedado con las ganas de seguir con las canciones de Simone ya iniciada la década de los 80. Ahora tengo la gran excusa para hacerlo, luego de la caja de la EMI con los 11 primeros CD, la CBS comenzó a reeditar durante este año los discos de Simone en esa compañía de los primeros años de los 80. Son discos que conocieron tempranamente el formato CD pero en ediciones sin ningún tipo de mejora. Estos vienen remasterizados y con ediciones también producidas por Rodrigo Faour (tapas originales y textos especiales).

Será una tarea de alto riesgo. Porque empieza una etapa conflictiva en la carrera de Simone, aunque como atenuante, yo sostengo que es una etapa (la década de los 80), muy mala para la música. Pero no importa, cuando una ha decidido que tiene que bancar a un artista, eso se pone aprueba realmente cuando hay que bancarlo en las peores, y allí estaré.

Así que pronto arranco con “Amar” (1981). Como adelanto, este tema de Chico Buarque, de ese disco y en dueto con Gal Costa.

 

 

Y de paso, Simone 2005

martes, 16 de noviembre de 2010

El verde de la libertad

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Hace unas semana atrás estuve en Villa Gesell. Es muy extraño ver una ciudad turística despoblada cuando uno siempre la ha visto repleta de gente e inundada del bullicio veraniego. Caminar por la ciudad sin gente permite que uno vea sus verdaderas dimensiones y hasta su belleza.

Caminado por calles que seguramente caminé alguna vez, esta vez pude ver detalles que nunca había visto. Así descubrí este cartel. Un cartel que señala un mojón de la historia del arte en la Argentina. El sitio donde estuvo el Juan Sebastian Bar, el mítico bar donde Moris y otros iniciaron una movida que cambió la música argentina.

Muchas veces había leído crónicas de ese verano del 66 y por eso me sedujo este hallazgo en Villa Gesell. Vale entonces esta foto para repasar un capítulo más del libro de Sergio Pujol sobre “Canciones Argentinas 1910-2010”. En este caso, se trata de “El Oso”, del LP “30 minutos de vida” (1970).   

Cali

 

«El oso» (Moris)

Alfredo Rosso nos recuerda que «El oso» fue el primer «tema de fogón» del rock nacional. Es un dato sugestivo, que ayuda a entender la popularidad de la canción así como su ubicación en una trama musicalmente heterogénea. La rotación de «El oso», cuya letra el veterano León Benarós no dudó en incluir en su Cancionero popular argentino bajo el simpático rótulo de beat, no estuvo restringida al ámbito de los recitales de música progresiva. No se trata entonces de una canción clave para la tribu rockera. Si se la cantó y se la sigue cantando en los fogones de Mar del Plata, Bariloche o Villa Gesell —esta última, ciudad entrañable para Moris y tanta gente de su generación—, es porque aprendió a convivir con zambas, tonadas y quizá milongas. En otras palabras, la balada de Moris, como poco después las canciones de Sui Generis, conquistó un target más bien amplio, sin por ello retirarse del rock tal como se lo entendía en aquellos días de  afirmación juvenil.image

Una canción de fogón es una canción de guitarra. Y una canción de guitarra es aquella cuya reproducción amateur no dista demasiado del original, al menos en lo que refiere al concepto sonoro. Por ejemplo, «Diana divaga», de Los Abuelos de la Nada, cuya armonía no es más compleja que la de la canción de Moris, no es para fogón, ya que cualquier versión a escala de guitarra rasgueada distará mucho del arreglo y la grabación originales. Por cierto, la voz de Moris tiene un encanto difícil de copiar, pero si uno se sabe los «tonos» de «El oso» podrá lograr un resultado sonoro no muy diferente al del disco. Al menos, su inteligibilidad quedará resguardada.

Yo vivía en el bosque muy contento

caminaba y caminaba sin cesar.

Las mañanas y las tardes eran mías

y a la noche me tiraba a descansar.

Pero un día vino el hombre con sus jaulas;

me encerró y me llevó a la ciudad.

En el circo me enseñaron las piruetas

y yo así perdí mi amada libertad.

Moris declaró haber escrito «El oso» en respuesta a un amigo que le había solicitado alguna canción para niños. Hasta entonces no había, en ese rubro, mucho más que las canciones de María Elena Walimagesh. Sin embargo, «El oso» no llegó a los niños. La fábula del animal que pierde la libertad en mano de los hombres que lo reducen para exhibirlo en un circo remite al buen salvaje de Rousseau, invirtiendo el sentido moral de aquellas historias aleccionadoras en las que los niños debían cuidarse de zorros y lobos sueltos. Finalmente, el oso recupera su libertad, vuelve a pisar el suelo de su bosque y queda «contento de verdad». De esto nos enteramos en una segunda parte que difícilmente pueda considerarse un estribillo, ya que funciona como cierre o sección final:

En un pueblito alejado,

alguien no cerró el candado.

Era una noche sin luna y yo dejé la ciudad.

No obstante su vejez —pasó muchos años en cautiverio—, el oso siente que «las tardes son mías>, una declaración de bienes nada despreciable en una época de trabajo alienante. El rock nacional en su etapa formativa nunca dejó de referirse a la búsqueda de la libertad: balsa, cabellos largos, juegos amatorios sin restricciones, vagabundeo por las vías del tren... y un oso que escapa de la ciudad.

image Vuelvo a escuchar a Moris en dos versiones de su tema. La primera, del LP Treinta minutos de vida, un favorito de cualquier género. Después, la toma en vivo en un Grandes éxitos de 2001. Hay alguna diferencia entre los arreglos. La grabación de 1970 arranca bucólicarnente con la guitarra y la flauta, para pasar enseguida a un acompañamiento tipo Bob Dylan con The Band. En el registro posterior, la introducción es música de circo y enseguida empieza una base pop un tanto pasteurizada. Más allá de las huellas del tiempo, la voz de Moris resulta tan atrayente tanto en un registro como en el otro. Aprovecho el tema, y vuelvo a ver la escena de Tango feroz en la que Antonio Birabent, haciendo de su propio padre, canta «El oso». No está nada mal.

Desde el punto de vista formal, «El oso» transcurre en tres estrofas musicalmente iguales, una cuarta levemente modificada en los primeros dos compases («Han pasado cuatro años de esta vida...»), una quinta diferente («En un pueblito alejado...») y una sexta y última idéntica a las tres primeras. Esto sería algo así como A-A-A-A’-B-A, todo sobre un módulo de acordes invariable que nace en un Sol mayor tan diáfano como el oso en su bosque originario. En definitiva, es la narración la que determina la forma. ¿Pero es la narración la que nos emociona? En realidad, la cualidad más resaltable de «El oso» es su periodicidad musical, eso que nos atrapa desde el comienzo, porque sabemos que la melodía se repetirá una y otra vez, siempre con palabras diferentes, haciendo avanzar esta autobiografía de un oso libre, encerrado... y nuevamente libre.

 

Esta es la versión original de Moris.

y una versión en vivo de Moris, año 2000, Parque Centenario.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Estoy verde (5)

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Acabo de ver por televisión a Martín Caparrós hablando de su libro “Contra el Cambio” y eso me “motiva” a volver nuevamente sobre mis apuntes de la lectura de ese trabajo.

Voy a continuar recorriendo las principales observaciones de Caparrós a lo largo del libro, por orden de aparición. En el capítulo 2, “Nigeria”, vuelve a desarrollar un collage de postales del país visitado y de sus habitantes con algunas de sus reflexiones climáticas. Una de ellas está dedicada a la ciencia climática. Merece destacarse: (Pág.56)

Otra victoria –gloria gloria hosanna- de la religión positivista. En el centro del movimiento, el mito de la ciencia todopoderosa: capaz de imaginar lo que puede pasar dentro de un siglo. Sus predicciones no se presentan como hipótesis posibles sino como certezas consensuales: si muchos buenos científicos suponen que a  + b - 8,36 = sanseverino, debe ser verdad aunque no puedan demostrarlo. El método científico abandonó el ensayo y error, la búsqueda de la demostración –y se convirtió en democracia o estadística: si muchos lo piensan debería ser cierto.

En primer lugar, lo de la ciencia capaz de “imaginar” es una licencia literaria que no se corresponde con el supuesto “positivismo” que le adjudica inicialmente. Por supuesto, acepto que está utilizando cada palabra para golpear duro, sin errores, pero eso de poner a la ciencia en el rol de “imaginar lo que puede pasar” es un exceso.

Luego, con más precisión, habla de “predicciones”, pero en un análisis de una enorme incomprensión y desconocimiento acerca del proceso de compilación de la información existente sobre el cambio climático, básicamente, a cargo del IPCC. Aunque lo peor sería que no sea meramente desconocimiento. Es el mismo dardo, dirigido al corazón de las discusiones climáticas, que lanzan los “negacionistas”. El mejor modo de neutralizar cualquier progreso en las negociaciones internacionales es hiriendo al IPCC. La disparatada ecuación que presenta Caparrós pretende ridiculizar al IPCC.

Sucede que el IPCC no “supone” ninguna cosa ni desarrolla investigación científica alguna.

El IPCC es el organismo encargado por la ONU para compilar la información científica existente, sistematizarla y tornarla comprensible para quienes tienen que tomar decisiones. Semejante rol, con la complejidad de la información de la que se trata y la extrema sensibilidad política de sus potenciales conclusiones, debe ser realizado por un organismo de las características del IPCC. No se trata de un grupo de científicos que “suponen” cosas. Es un grupo de científicos que debe indicar, con transparencia y neutralidad, qué dicen los miles de papers, investigaciones publicadas, registros y mediciones a escala global de cada uno de los aspectos que hacen al comportamiento atmosférico y sus impactos actuales y potenciales.  

A falta de mejores críticas, el pecado del IPCC es ser “democrático” y basarse en “estadísticas”. En fin.

Habría que hacer el ejercicio de imaginar si ese rol lo jugase un cuerpo científico que no tuviese las características del IPCC, por ejemplo, si fuese la NASA o algún otro cuerpo científico de esa envergadura (y parcialidad). O tal vez imaginar si cada gobierno tuviese sus propias fuentes de información y asesoramiento. Imaginen la de INDEC que habría!

Francamente, pretender herir al IPCC es no tener ni idea de lo que eso significa o no querer que las negociaciones existan. En cualquier caso, un error gigantesco para alguien que, como Caparrós, pregona valores democráticos y ser independiente de los intereses económicos que traban sistemáticamente las discusiones climáticas.

Porque si se tratase de una genuina controversia de criterios, teorías o modelos climáticos, ese tipo de diferencias son las que se registrarían en las investigaciones y publicaciones científicas, las que, finalmente, terminarían reflejándose en las conclusiones del IPCC.

Pero como los “negacionistas” suelen estar flojos de “papers”, sus críticas no llegan a entrar en las “estadísticas” del IPCC.

A modo de breve reseña, para saber qué es el IPCC, tomo esto de su sitio oficial

Al detectar el problema del cambio climático mundial, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) crearon el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en 1988. Se trata de un grupo abierto a todos los Miembros de las Naciones Unidas y de la OMM.

La función del IPCC consiste en analizar, de forma exhaustiva, objetiva, abierta y transparente, la información científica, técnica y socioeconómica relevante para entender los elementos científicos del riesgo que supone el cambio climático provocado por las actividades humanas, sus posibles repercusiones y las posibilidades de adaptación y atenuación del mismo. El IPCC no realiza investigaciones ni controla datos relativos al clima u otros parámetros pertinentes, sino que basa su evaluación principalmente en la literatura científica y técnica revisada por homólogos y publicada.

Una de las principales actividades del IPCC es hacer una evaluación periódica de los conocimientos sobre el cambio climático. El IPCC elabora, asimismo, Informes Especiales y Documentos Técnicos sobre temas en los que se consideran necesarios la información y el asesoramiento científicos e independientes, y respalda la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMCC) mediante su labor sobre las metodologías relativas a los inventarios nacionales de gases de efecto invernadero.image

Sin pretender que nadie se sienta mareado con información extremadamente compleja, invito a que le peguen al menos una hojeada al resumen del último informe del IPCC (2007). Se trata del material más compacto y resumido de lo que contienen los extensos informes de cada grupo de trabajo. Está escrito para que pueda ser leído por el público, prensa y, fundamentalmente, políticos (“Resumen para responsables de políticas”).

En la página 27 pueden ver el cuadro “tratamiento de la incertidumbre”. No hay nada que pueda ser asimilado a hacer pasar por “cierto” lo que no lo es. Lo de Caparrós no alcanza siquiera a ser una acusación, es simplemente, una observación “canchera”, sin dar la menor idea de cómo una tarea de esta naturaleza, magnitud y voltaje político, podría ser hecha de manera más rigurosa.  

Por último, lo del “ensayo y error” y el “método científico”, por mucho que lo añore Caparrós, debo advertir que hace ya mucho tiempo que la ciencia ha alcanzado algunos límites del conocimiento en dónde el viejo método de la física clásica no tiene ya el mismo protagonismo. Vastos campos de la física teórica se desarrollan  primero mediante teorías que intentan explicar, al menos parcialmente, algunos fenómenos que luego gozan de aceptación si tales explicaciones resultan ser “convincentes” o resultan más operativas o abarcativas que sus  antecesoras. A veimageces puede pasar mucho tiempo hasta que pueda llegar a demostrarse su validez mediante alguna “prueba”. La incertidumbre, el carácter probabilístico en la explicación de algunos fenómenos, las muy particulares y ambiguas descripciones de lo que ocurre a dimensiones pequeñísimas nos colocan en un sitio bien diferente al de la física clásica. 

Pero son también numerosos los campos del conocimiento que se desarrollan sin poder apelar al método del ensayo y error. Un caso típico, es la climatología. Los modelos predictivos del comportamiento del clima se van ajustando a medida que resultan convincentes y operativos. Se trata de escalas de tiempos geológicos y de tal grado de complejidad de variables que resulta un absurdo pensar en el “ensayo y error”. Lo que digo es trivial. No encuentro razón para que tal cosa sea descripta como algo sospechoso o sujeto a los “caprichos” de una opinión mayoritaria tendenciosa. O al menos hay que tratar de demostrarlo. 

Luego seguiré con este libro. Pasión de ecololós.

Cali

jueves, 11 de noviembre de 2010

Tiempo para el tiempo y un rato más

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Me descolocó la muerte de Rubén Basoalto. Pongo lo que en facebook pensamos algunos.

Cali

Juan Carlos Villalonga No! no puede ser! Acabo de llegar de viaje al mediodía, me encontré con el libro de Pujol sobre canciones argentinas que había dejado sobre un sillón y por unas líneas que leí a la pasada me puse a escuchar a Vos Dei!!

Les juro que recordé esa emoción que tenía cuando Vox Dei empezaba a tocar, y algo grosso se nos abría ... desde el escenario. Ahora tengo que leer esto!

Fotos del muro

Adiós al baterista fundador de Vox Dei, Rubén Basoalto.

De:El Tercer Fantasma

04 de noviembre a las 20:46 Amigos de amigos ·Me gustaYa no me gusta · Comentar · Ver comentarios (10)Ocultar comentarios (10) · Compartir

A Nicolas Barroso, Liliana Olivia Oliva, Marina Perry y otras 2 personas más les gusta esto.

  • Gustavo Omar Pagani Gran banda de mis pagos!!!

    04 de noviembre a las 21:11 · Me gustaYa no me gusta

  • Juan Carlos Villalonga es muy triste

    04 de noviembre a las 21:17 · Me gustaYa no me gusta

  • Marina Perry una gran perdida :(

    04 de noviembre a las 22:42 · Me gustaYa no me gusta

  • Julian Harf ‎"Confundida, aturdida,
    que mal estar así
    te ha dejado ese amigo
    especial para ti.

  • 04 de noviembre a las 23:33 · Me gustaYa no me gusta

  • Gustavo Omar Pagani Por cierto, grandes musicos, de grandes bandas, y casi olvidadas, sin darles el valor que merecen...

    05 de noviembre a las 12:12 · Me gustaYa no me gusta

 

Del libros “Canciones Argentinas” de Luis Pujol.

«Libros sapienciales»  (Soulé)

El 13 abril de 1966, los lectores del London Evening Standard se desayunaron con unas declaraciones de John Lennon destinadas a encender la polémica: «El cristianismo pasará; Los Beatles son más populares que Jesús». Inmediatamente, los chicos de Liverpool fueron excomulgados y sus discos destruidos por el fuego de las hogueras fundamentalistas del Sur estadounidense. Tan grande fue el revuelo que se armó, que John tuvo que salir a explicar lo que realmente había querido decir: que la cultura pop estaba en todas partes, que quizás el arte era la nueva religión de los pueblos. Pero muchos siguieron pensando que Los Beatles —el rock en general— eran gente del Demonio.

Sólo cinco años más tarde, en la remota Argentina, un grupo de rock llamado Vox Dei —justamente--, que venía de una muy exitosa canción llamada «Presente», concibió el álbum hasta ese momento más ambicioso de la música joven del país. Algo así como La Misa Criolla de Ramírez y Luna pero en ritmo beat, o progresivo, para decirlo con la palabra clave de la época. La Biblia de Vox Dei era la misma de los creyentes, pero contada con la gracia de la música. Y era un álbum, no una serie de canciones. En tiempos de «álbumes conceptuales», cuando toda banda de rock que se preciara de tal debía producir un LP cuyo significado general superara holgadamente el de cada una de sus partes o canciones, Ricardo Soulé decidió ponerle música a un texto infalible. ¡Qué parceiro que se buscó!image

Vox Dei se propuso trascender aquella confrontación espectacular del 66: si rock y la religión podían armonizar, pensaba el guitarrista y compositor Ricardo Soulé. Las canciones de los jóvenes devendrían en vehículo para comunicar el texto sagrado de la civilización judeocristiana, toda vez que, bien leído, el ethos de la década rebelde contenía algo del relato original de la fe cristiana. Hoy que existe la categoría «rock cristiano» —en Estados Unidos, lógicamente— no suena tan raro este acercamiento. Pero nada era tan sencillo entonces. Para entender la cristianización del rock, a la que pronto Raúl Porchetto haría su aporte con «Cristo Rock», debemos tener en cuenta que, en el contexto de la vida nacional de principios de los 70, un sector de la Iglesia católica se propuso transmitir una imagen aggiornata de la institución. Por su lado, el rock argentino era el sonido de la disconformidad, con algo de crítica franciscana a la vida burguesa. Por ende, idealmente desprendida del decurso histórico de la Iglesia, la Biblia no podía menos que atraer al joven sediento de mensajes espirituales y « antimaterialistas ».

Por supuesto, para la Iglesia fue grato saber que unos muchachos de <(la progresiva» se sabían al dedillo La Biblia. ¿O acaso los curas no buscaban acrecentar el número de jóvenes deseosos de participar de la vida parroquial, allí donde muchas veces la guitarra acompañaba los picnics de la fe? Un tanto cauta al principio, la Curia terminó apoyando el disco con entusiasmo. El bajista Willy Quiroga le contó a Ezequiel Avalos lo bien que cayó la adaptación de la Biblia hecha por Soulé. Monseñor Emilio Grassellj, a la sazón ci principal nexo que la Iglesia argentina tenía con el Papado, pidió leer las letras de «Génesis», «Moisés», «Los libros sapienciales» y el resto del material. Grasselli, que en tiempos de la dictadura jugaría un papel nefasto, quedó sorprendido del poder de Síntesis de los músicos y anunció que el espíritu del texto sagrado había sido respetado.

A diferencia de lo que poco después fue Jesucristo Superstar, la obra de Vox Dei no planteó ninguna relectura revolucionarjj de las Sagradas Escrituras. La forma rock, en todo caso, significaba por sí misma una cierta voluntad transgresiva. Al presentarse La Biblia en el Teatro Alvear, un público variopinto llenó las plateas: rockeros, monjas y curas Compartieron esta misa de los tiempos contraculturales

No obstante ser un disco concebido como unidad, La Biblia tiene algunas canciones más lindas que otras. Después de vacilar entre «Génesis» y «Libros sapienciales», me quedo con la segunda. Tiene una extensión de 7:34, y las sucesivas versiones no bajan de los 7 minutos. Se trata, por consiguiente, de una medida poco «radial»: otros fueron sus canales de difusión. Con su sonoridad de trío eléctrico y sus aires épicos a lo Procol Harum —toda una referencia progresiva de aquel momento—, la canción se conforma de dos partes. La primera está en tono menor y se desplaza sobre la séptima en el bajo decreciendo cromáticamente, en un movimiento cadencial bastante usual en el rock. Y en cuanto a la letra, ¿quién no la recuerda, con sus imágenes tan sagradas corno bucólicas?:

De sol a sol

labrando tierra tendrás tu pan

todos los ríos van al mar

pero éste nunca se llenará

todos los ríos siempre volverán a donde salieron

para comenzar a correr de nuevo

lo que siempre hicieron repetirán.

Precedida de un interludio instrumental bastante extenso —solo de guitarra en la versión original y de violín en las sucesivas—, la segunda parte modula a tonalidad mayor y despliega una melodía menos recurrente. La verdad es que estamos ante un gran momento de la canción argentina. Tal vez las voces no estén a la altura de la composición; quizá Vox Dei carezca de la pericia instrumental que el tema reclama. Pero qué melodía, qué acordes. Un ligado muy expresivo nos introduce en un clima de lied romántico:

Buenas y malas son

cosas que vivo hoy.

No es esta tierra, no,

sueño color azul.

Y de pronto la línea melódica sobrepasa su cauce, se fuerzan un poco las relaciones tonales y hay que apuntar alto si uno quiere llegar a esas notas. Ésta es la parte más potente de la canción y posiblemente de toda La Biblia:

¿No es quizá que no sé mirar

cuánto, cuánto hay a mi alrededor?

Más de lo que mis ojos pueden mirar y llegar a ver.

Estas son razones que dicen

que sólo sé, que sé querer,

y que tengo Dios y tengo fe,

y que doy amor y puedo ser.

Para muchos de nosotros, la conmoción de La Biblia poco y nimage ada tuvo que ver con el orden de las creencias, salvo que pensemos que todo misterio tiene una explicación religiosa. En efecto, el disco de Vox Dei encerraba algunos misterios, al menos así nos pareció entonces. Desde esa tapa con el nombre del grupo sobre una pared raída hasta la continuidad de sus letras y sus músicas, en un todo tan programático, tan cargado de significados, tan pesado en su contenido, La Biblia fue una de las mayores aventuras auditivas de nuestra adolescencia. Y esos músicos, entre la rusticidad y la sutileza, ¿de dónde habían salido? ¿Cómo se les había ocurrido un plan tan desmesurado?

Si a principios de los 70 a muchos se nos despertó una curiosidad hermenéutica, aquélla tuvo más que ver con las búsquedas incitadas por la música progresiva en la Argentina que con la palabra del Señor. Y así sigue siendo, casi 40 años después. Busco en Google el libro La Biblia: 6 millones de sitios. Por su parte, Los Beatles, esos cuatro sacrílegos, llegan a los 35 millones.

 

 

“Libros Sapienciales” de La Biblia edición de Página/12 (1997). Rubén Basoalto (batería); Willy Quiroga (Voz, bajo); Ricardo Soulá (voz, Guitarras, violín); Andrés Calamaro (voz); Juan “Pollo” Raffo (teclados)

(La tapa del CD indica la producción de la reedición de 1993 de Dianielito Gonzalez, amigo y compañero de aquellos años de Acuarela, él con su “Rocksario” siempre en las salidas de los conciertos).