jueves, 31 de diciembre de 2009

Un “cálido” saludo en este fin de año

El 2010 será otro año muy complicado en torno a las negociaciones sobre el cambio climático dado el total fracaso con el que terminó la COP15 (Copenhague). Cada vez tenemos menos tiempo para comenzar una tarea gigantesca a escala global.

Un parámetro de lo que está sucediendo pueden verlo en este gráfico recientemente publicado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) que muestra la evolución de las temperatura promedio global. Se puede ver que los últimos diez años han sido los más cálidos desde que existen registros instrumentales y respecto a las temperaturas inferidas del pasado.

NewImage_000

La buena noticia es que las alternativas para enfrentar este desafío son conocidas y están disponibles. Sin embargo, es necesario e imprescindible frenar los errores que aún se siguen cometiendo, ya sea en materia de deforestación como en las inversiones en energías sucias.

Las responsabilidades ante la amenaza y los costos ya existentes del cambio climático son generalizadas. La Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (1992) sabiamente establece que las responsabilidades son “comunes pero diferenciadas”, es decir, hay países más responsables que otros. El mundo industrializado posee las mayores responsabilidades dada sus actuales emisiones de gases que afectan el clima y por sus emisiones históricas.

Sin embargo, en la práctica, las responsabilidades “comunes pero diferenciadas” se traducen en “irresponsabilidades” comunes p ero diferenciadas. La irresponsabilidad es el denominador común. Copenhague ha sido elocuente. Cada mandatario o funcionario volvió a su país justificando el fracaso de la reunión por la acción de los demás, en ese sentido, ha sido una reunión perfecta.

En relación a la cuestión climática con frecuencia se repiten expresiones tales como que Argentina “no tiene compromisos”. Esa expresión es falsa, una gran equivocación. Lo que no tiene Argentina es un compromiso cuantificado legalmente vinculante, es decir, no tiene que cumplir una meta específica en materia de reducción de emisiones. Pero Argentina, al ser parte de la Convención sobre Cambio Climático asume compromisos de reducción acorde a su Artículo 4. Luego, al ser también parte del Protocolo de Kyoto (1997) ese compromiso se repite en su artículo 10. Es decir, nuestro país, como parte de esos acuerdos, debe formular políticas de mitigación. En boca de funcionarios nacionales y políticos en distintos niveles y áreas de acción tal equivocación es alarmante.

Hay una enorme tarea para hacer a escala global. Hay también una enorme tarea a realizar a escala nacional. Argentina debe cambiar su actual política en materia de combustibles fósiles, especialmente en su objetivo de comenzar a utilizar a gran escala el carbón. Debe redireccionar las fabulosas inversiones en energía nuclear hacia métodos más eficientes y más baratos de producción de electricidad. Por el contrario, las energías renovables encuentran un potencial extraordinario que permanece esperando la decisión política de ponerlo en marcha. Para dar un ejemplo de lo que significa la eficiencia energética vale mencionar que el impacto de la prohibición de la venta de lámparas incandescentes, que este año debe ponerse en vigencia, significará evitar instalar 5 plantas de carbón como la que se construye en Río Turbio.

Todo está por hacerse. Tenemos la tecnología para hacerlo y está al alcance de la mano. Recientemente, el Gobierno Nacional realizó una licitación para comenzar a desarrollar energías renovables, como la eólica. Las ofertas superaron ampliamente los 500 MW eólicos propuestos. Ahora no hay ninguna excusa para no hacerlo. Esos 500 MW eólicos deben estar generando para finales de 2011. No debe haber más demoras. Este es tan sólo un pequeño primer paso que no debe demorarse más.

Como se puede ver, todos los desafíos están abiertos. No hay margen para ignorar la urgencia y la responsabilidad “común pero diferenciada” que tenemos. Es un punto de inflexión histórico.

Mis deseos para que en el 2010 cambiemos algunas tendencias. Antes que sea “demasiado” tarde.

Juan Carlos Villalonga

Presentacion_energiaslimpias.org_solo_numeros

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Verso a verso

 

Resulta que Movistar está auspiciando unos videos de Luis Rubio con un personaje nuevo, un hallazgo luego de su Heber Ludueña: Ramiro Agujis. No se pierdan toda la serie. Demoliendo a los vendedores de humo y el verso “creativo”.

Buen fin de año

Cali

 

martes, 29 de diciembre de 2009

Lost

foto_familia_lideres_g-20

Argentina es un país extraviado. Se perdió. Nadie sabe muy dónde está, dónde se lo puede ubicar. Es indescifrable, sus señales son confusas e imposibles de entender, aún para sus habitantes.

¿Cuándo ocurrió esto? Supongo que hace mucho tiempo. Hay síntomas que datan de hace muchas décadas. Hoy el extravío es casi total.

En los últimos meses he visto la patética (des)ubicación de Argentina en torno a una de las negociaciones más endemoniadas de la historia, las negociaciones en torno al cambio climático.

DSC_3403%20lca%20rm%20argentina_sArgentina desarrolló un extraordinario papel: no hacerse notar, pasar desapercibida, “haciéndose el boludo”, diría Felipe Solá. Sólo que esta vez lo hicimos a escala planetaria.

La culpa del fracaso absoluto de estas negociaciones es fácil (y de manual) adjudicársela a Estados Unidos, Japón, China y a una pandilla que todos conocemos. Pero Argentina no se queda atrás cuando se trata de esquivarle el bulto a la pelea e hicimos nuestra contribución en materia de irresponsabilidades.

Los países, en general, procuran mantener una mínima coherencia entre lo que son, lo que desean ser, lo que se espera de ellos y lo que demandan a los demás. Argentina, en cambio, se saca la foto como miembro del G-20 y anda mendigando ayuda como si fuésemos Haití o Sierra Leona. Nos presentamos como una potencia tecnológica y pioneros de la industrialización en la región, cuando nos conviene, y al mismo tiempo reclamamos que si las nuevas tendencias tecnológicas o de consumo nos dejan a un costado, deben indemnizarnos. Una categoría de país que a nadie le gusta o que no es de confiar.

Todo esto a llegado a niveles inéditos. Esperpénticos.

Hay muchos artículos y notas que se publican periódicamente en torno a nuestros desvaríos. Algunos los he coleccionado para poder compartirlos aquí, como es el caso del artículo de Sylvina Walger que sigue.

Cali

image  

Pinceladas de un país vulgar

A los presidentes Fernández-Kirchner les gusta vivir así, con el corazón en la boca por la inseguridad, el "clima destituyente" y las marchas y contramarchas. La grotesca pelea entre D`Elía y Tinelli, Susana y Mirtha.

Sylvina Walger, 14.11.2009 (diario Crítica)

Será que les gusta vivir así (a los presidentes Fernández-Kirchner), con el corazón en la boca, o que realmente estamos orillando el borde del abismo. Me refiero a los dos temas que nos han tenido en vilo estos últimos días (pese a que hasta el 18 estará en vigencia la semana contra la depresión). Por un lado la inseguridad –a esta altura endémica–, por otro el bendito “clima destituyente” y sus marchas y contramarchas. Respecto de la inseguridad, lo increíble es que en vez de acabar en un debate serio que genere políticas a largo plazo, el tema se ha diluido en un enfrentamiento entre las máximas figuras de la farándula argentina y Luis Chirola D’Elía. Éste, tal vez, uno de los episodios más grotescos que nos ha tocado vivir.

Hay que amar la derrota para embestir contra Marcelo Tinelli, Susana Giménez y Mirtha Legrand, tres ídolos indiscutibles de los argentinos, pero también tres trabajadores incansables. Quiero aclarar que salvo el programa de Mirtha Legrand (con la que me une un afecto sincero), muy ocasionalmente miro a Tinelli o a Susana. Y a la pregunta sobre “qué mierda han hecho por la Argentina” le contesto “entretener”, no robar. A la reflexión del desbocado Chirola sobre que “habría que ver cómo ganaron la plata”, le respondo si conoce la relación entre luis_d_elia1j rating y caché y ahí tiene la respuesta. Por mi parte me gustaría que me explique no sólo el veloz enriquecimiento de sus patrones (utilizarán aquella fórmula de los héroes de mi infancia: ¡Shazam! ¡Shazam! y llueven las monedas), sino también el de los secretarios privados de la señora Presidenta, por sólo nombrar algunos de los enriquecidos en esta coyuntura (hemos padecido otras coyunturas también con riquezas veloces).

A “los presidentes” lo que les ocurre es que en ellos puede más el resentimiento, la venganza y el odio que el pragmatismo que acompaña a los grandes estadistas. Y es lo que les pasó con Cobos, de tanto humillarlo en vez de borrarlo lo convirtieron en un temible candidato. Nuestros faranduleros deberán agradecerles haberlos llevado al pináculo de la gloria.

Es de esperar que estos tres Quijotes no sólo tengan sus cuentas en orden (porque el batallón de la AFIP que les va a caer va a superar con creces al de Clarín), sino sus vidas privadas. Nunca hay que olvidar que éste es un gobierno adicto al prontuario, como otros son adictos al chocolate. Personaje emblemático de la CTA, a D’Elía no le importa sentarse en el cuarto piso de la CGT y abrazarse con Juan Belén, el ladero de Moyano. El mismo que sacó del arcón de sus antepasados la frase con que definió a la CTA “la zurda loca manejada desde afuera” (por una playstation será). Volviendo a la inseguridad, las cifras que dio el otro día Aníbal Fernández son ciertas. Argentina no es el país con mayores índices de inseguridad en la sangrienta y violenta América Latina. Eso no quita que la inseguridad existe y que se han perdido seis valiosos años en los que se podrían haber aplicado políticas de educación y protección a los menores. En la base de toda inseguridad hay un problema de educación. Pero a este gobierno no pareció preocuparle demasiado el tema. Ocupado como ha estado en aumentar su clientela y en odiar a los medios. Menos le ha preocupado a Scioli, que hasta ahora usó solamente el 3% del programa de desarrollo infantil que alcanza a más de 250 mil niños. ¿Y el resto?.

Conviene aclarar que la Argentina no es Colombia, tal como lo explicó en este mismo medio la colombiana Margarita García Robayo. “En la Argentina los violentos no son grupos organizados sino personas desorganizadas”. Tampoco es México, al que le faltan unos centímetros para convertirse en narcoestado y cuyos habitantes viven rodeados de paramilitares que defienden la democracia y a los que se conoce por “parademócratas”.

La Argentina tuvo una oportunidad única de revertir esta situación de abandono que viven los menores, pero la dejó pasar. Había cosas más interesantes, el tren bala por sólo nombrar una.

El otro tema, que oscila entre lo desopilante y lo angustiante, es la amenaza destituyente. Hablan de un plan desestabilizador pero, como siempre, es algo solamente de ellos. Jamás lo compartirán con alguien del arco opositor. ¿Qué partido puede estar interesado en darles un golpe?.

imageSi ellos son la izquierda y los que no gustan de ellos son la derecha, sería más bien tonto que alguien quiera voltear a un gobierno que tiene el apoyo de las principales empresas del país. En la medida en que el Gobierno no tenga contradicciones (que no se visualizan) con las 37 empresas que conforman actualmente la cúpula empresarial, según puede leerse en la página web de Claudio Lozano, en el informe “Las transformaciones de la cúpula empresaria”, no existe ningún peligro de interrupción del proceso democrático.

No hay golpe pero sí palabras violentas. El sociólogo Vicente Palermo se refiere a “la virulencia del lenguaje reciente”. Empezando por “zurda loca que manejan desde afuera” y la frecuencia con que aparecen antinomias como civilización y barbarie, pueblo/antipueblo, patria/antipatria “son palabras cuya carga de agresión orilla el derramamiento de sangre” y lo malo es que “no son privativas de un sector, sino que forman parte del mundo político cultural de los argentinos”.

Lo peor es que la Argentina como país ha dejado de interesar.

Según el ex diplomático, filósofo del derecho y politólogo Ernesto Garzón Valdés, hoy radicado en Alemania, en una entrevista en La Nación, explicó que el país no representa “ningún papel importante para la opinión pública internacional. Por eso los líderes europeos no visitan el país, porque piensan que tiene poco que ofrecer, excepto en lo cultural. Lo que representa al país y lo que parece ser su norma es la noticia del escándalo. Los observadores de la Argentina se preguntan cómo es posible lo que sucede aquí”.

Garzón se refiere a esto como lo que él llama el “desmilagro” argentino. “Cómo es posible que un país que lo tiene todo llegue a convertirse en una sociedad tan indecente”. A este “milagro al revés” Garzón lo compara “con el destino del hombre de Neandertal, que pudo haber sido el Homo Sapiens, pero no llegó. La responsabilidad por ese destino es nuestra: no se puede buscar la culpa afuera”.

image Los corresponsales extranjeros tienen la suerte de no ser argentinos. En sus respectivos países han perdido el interés por las informaciones de la Argentina y tienen menos trabajo. En cualquier momento quedarán etiquetados como comprados por Clarín.

En Francia la imagen no puede ser peor. Cuenta Luisa Corradini, corresponsal de La Nación, que durante una entrevista con el ex primer ministro, Edouard Balladur, éste le dijo: “¿Qué se puede pensar de un país que no cumple sus obligaciones con la comunidad internacional como en el caso del Club de París. Cree que debería ser considerado un país serio?”. Una muestra del deterioro que ha sufrido la imagen de la Argentina en Francia en los últimos años. En cambio cuando los diplomáticos hablan off the record, “los comentarios van desde poco fiable, poco serio, imprevisible, y cada vez con más frecuencia bling bling (vulgar)”. Por si sirve de consuelo, a Sarkozy también lo consideran bling bling.

Antes de las elecciones del 28 de junio, Gregorio Morán escribía en La Vanguardia de Barcelona la impresión que le había causado ver la publicidad oficialista. “Independencia económica, soberanía política y justicia social”. Morán escribió entonces “exactamente el mismo programa político, retórico y marchito, con el que se exhibía en España la vieja falange de Girón de Velasco (ministro de Trabajo de Franco, inventor del aguinaldo y adorado por Isabelita) y Raymundo Fernández Cuesta (otro jefe de la falange), aquel buñuelo rancio que nuestro Generalísimo sacaba de la despensa para regalos de todas edades y todos los días”.

2013647-1

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Acuarela – Final (II) independientes y asociados

MIA1 Era 1982, después de Malvinas. Ya con nuestro último número en la calle, seguíamos produciendo cosas que suponíamos serían las que nos darían el dinero y el material que contendría el futuro número. No nos queríamos dar cuenta aún que las fuerzas ya eran, en ese momento, centrífugas y que nos empujaban a cada uno a segur por su lado. De algún modo, a continuar lo que hasta ese momento hacíamos juntos.

Una buena producción de ese año fue la realización de una jornada completa con MIA (Músicos Independientes Asociados), una agrupación artística (era bastante más que musical) que había sido muy influyente durante su existencia desde mediados de los 70, tanto por su valor artístico como por sus modos de producción, la opción del camino independiente y buscando evitar intermediarios, de cualquier tipo. Eran tiempos donde la represión y la falta de apertura de los medios, exigían vías alternativas de producción. Un modo posible de desarrollar algo era creando grupos autónomos que brindaran protección y una atmósfera amigable, lo que permitía el desarrollo de proyectos y, al mismo tiempo, crear medios de difusión independientes. En lo musical, excepto los ya “conocidos”, que tenían sellos discográficos que los difundían, varios grupos nuevos optaban por el camino independiente, por tener un fichero para comunicarse directamente con su público y vender sus discos y casetes de manera directa. Algo de esto mencioné cuando conté aquellos primeros pasos de Irreal en Rosario. Eran tiempos de hacer de la necesidad una virtud; si nadie te publica un disco, un libro o una revista, había que hacerlo por las propias. MIA era un faro para todos en ese momento.

Dice el sitio Rebelde:“M.I.A. Tapas armadas una por una, con bordes reforzados, un Lito Vitale de 15 años tocando como un animal, buenos temas con algo de juglares. estamos hablando de producciones independientes. Los primeros músicos que deciden no negociar el arte con cerdos empresarios. Músicos Independientes Asociados (MIA). Transparencias fue el primer LP, instrumental, y un segundo disco de tapa negra (tambien con bordes reforzados). Dieron varios reportajes explicando cómo hacerse independiente, hacer llenar fichas al público, llamarlos por teléfono para venderles discos o avisarles de los recitales. Una forma de hacerla, que luego copiaron otros como por ejemplo, Los Redondos”.

Yo estaba asociado al fichero de MIA, hacía mis pagos vía giros postales (no había tarjetas de crédito!) y así recibía en mi casa los discos, hasta pagábamos discos que aún se estaban grabando! Otro mundo era posible!

En MIA se conjugaban el gran talento de muchos de sus integrantes y el “management” (palabra que jamás hubiese usado en aquel momento!) de Donvi y Esther Soto, los padres de Lito y Lilianan Vitale. Esa mezcla, hizo de MIA un éxito artístico y de producción. El sello discográfico “Ciclo 3” aún hoy sigue existiendo. El último disco de MIA “Conciertos” (1979) era un disco triple, una proeza.

Por esos meses MIA había estado dando conciertos en el interior y se sumaba a esos conciertos conferencias 7expresode Donvi y algunos otros integrantes del grupo, para explicar la experiencia independiente y ayudar a replicarla. Una crónica de esos meses en Córdoba dice: “Cabe destacar, para finalizar, que en el programa repartido al público asistente al concierto, figura un agradecimiento de la gente de MIA que reza lo siguiente: ‘Nuestra presentación en Córdoba es posible gracias a la colaboración y apoyo de: Percy Llanos, Mario Luna, Kuroki Murua y Aldo Guisardi de Radio Universidad, Maximiliano Olocco de disquería y librería "Olocco", y Santiago Aguirre, José Luis Ponce, Jorge Zima, Manolo Rivadera y otros tantos amigos integrantes de nuestro fichero’. Destaco esta referencia porque Manolo Rivadera, pocos meses después, ya en Rosario, sería parte del proyecto del Taller Ecologista y otras aventuras que empezamos en 1983.

Así fue que organizamos para Octubre una jornada que incluiría conferencia de Donvi sobre la producción independiente, un recital por la tarde para chicos con material del disco que acababan de publicar Lito Vitale (19), Liliana Vitale (22) y Verónica Condomí (20), con canciones de María Elena Walsh. Por la noche, el concierto con el resto de los MIA.

Algo del disco de 1981 “Maria Elena de nostros”, “Canción del jardinero”, Verónica Condomí en voz, Lito Vitale en todos los instrumentos. Para los conciertos en Rosario, Verónica Condomí estaba con un embarazo avanzado, su hija nació en Diciembre, es la hoy conocida “Emme”.

MIA2

MIA respondía a una época que estaba terminando con la llegada de la democracia y el post-Malvinas, un momento en que cambian los ejes de la realidad argentina.

“Los Músicos Independientes Asociados (MIA) nacieron en 1975 como proyecto para impulsar la aparición de nuevos valores, para lo cual trabajaban en forma de cooperativa independiente. De sus filas surgieron instrumentistas como Lito Vitale, Liliana Vitale y Juan Del Barrio, pero la asociación también agrupaba a sonidistas, iluminadores, diseñadores gráficos, etc.

En total pasaron por MIA alrededor de 50 músicos. Muchos de ellos lograron editar sus propias placas solistas en la pequeña discográfica. Bajo la denominación de MIA se lanzaron cuatro discos. La particularidad del caso es que en los recitales se les hacía llenar unos formularios a los presentes, para mantenerlos informados de las novedades a través de un mailing, y también venderles los discos por suscripción, de forma anticipada.” (rock.com.ar)

Del mismo disco “Los castillos”, en la voz de Liliana Vitale.

MIA3 mia4

Recuerdo que durante la conferencia de Donvi conocí a Jorge Carcedo y Guillermo Loiudice. Dos personas increíbles, con quienes unos meses más tarde emprendería un nuevo proyecto, ya decididamente “verde”.

En la anterior entrada sobre Acuarela hice referencia a que ese año también habíamos producido un recital del Cuarteto Zupay con obras de M.E.Walsh. Esta repetición del repertorio de M.E.Walsh no era casual. Además de la calidad de su obra y sus inteligentes guiños hacia los adultos, se había convertido en un símbolo de resistencia a la censura. Eso ocurre muy especialmente desde que en 1979 publica en Clarín su artículo “Desventuras en el País Jardin-de-Infantes”.






Finalmente, la infaltable “Manuelita, la tortuga”, cantando a dúo por Liliana Vitale y Verónica Condomí.

7fulboLos MIA haciendo futbol, se lo puede ver a Mex Urtizberea, miembro del grupo en ese entonces, invitados del “Expreso Imaginario” y a Luis Alberto Spinetta (1981?).

sábado, 12 de diciembre de 2009

Ni SUBE ni cierran las puertas

 IMG00051-20091023-1747

Uno de los temas recurrentes en el blog es el estado de situación del transporte público en Argentina. El transporte es una variable sumamente representativa de cómo funciona una sociedad. El transporte está inserto en la vida cotidiana de todos, alrededor de esta actividad se mueve muchísimo dinero, su calidad habla de cuánto nos protegemos entre nosotros y también cuánto daño podemos hacer al entorno.

A veces pienso cómo es que el PNUD no incluye en la elaboración del Indice de Desarrollo Humano (IDH) de un país, la variable: ¿los trenes andan con la puerta cerrada? ¿si o no?. Francamente, es revelador de muchas cosas acerca de un país, observar si los trenes andan con la gente colgando o no.

Vuelvo sobre un pequeño ejemplo sobre las decisiones en esta materia del gobierno nacional. Como suele hacerlo con las más diversas cosas, le imprimió un tono épico, desmesurado y carente de realismo, al anuncio de la tarjeta SUBE hace ya casi un año, en febrero. Una idea maravillosamente obvia, pero anunciada con un cronograma incumplible.Llegamos a fin de año, y tal como lo supuse en ese momento, sin SUBE. Dice el diario Crítica el domingo 6: “Los pliegos de la licitación –para producir las tarjetas y las lectoras de éstas- dejaron en evidencia que se trataba de un anuncio desfasado respecto de los tempos de la política. Se estima que la primera entrega de 5 mil lectoras magnéticas será en junio de 2010. Y las 10 mil hasta ahora licitadas recién marcarán  boletos en 2012”.

Lo que hasta ahora funciona es lo que ya estaba funcionando en los subtes antes del anuncio, el caso de la Subtepass y la Subtecard.

Insisto, es una idea que hay que ponerla en marcha, pero los anuncios muestran cuánto sufrimos de improvisación y de política espasmódica. En muchos terrenos, y el transporte es uno de ellos, ese estilo político es letal.

Cali

jueves, 10 de diciembre de 2009

… y no jodemos más!

Bueno, termino con la serie de notas que quería compartir para reflejar un momento inolvidable. Esta es de La Nación, que le coloca “Excelente”. Con esta nota se termina de digerir la bola del viernes 4.

Cali

Las canciones del capitán Spinetta

En un recital de más de cinco horas, con invitados de lujo, demostró su fabulosa estatura artística y recorrió su historia en cincuenta temas

Domingo 6 de diciembre de 2009 | La Nación

Calificación LA NACION:

1124443

Con un humor envidiable, y sin rastros de cansancio, Spinetta hasta se burló de sí mismo Foto: LA NACION / Soledad Aznarez

Spinetta y las bandas eternas. Recital de Luis Alberto Spinetta e invitados. Anteayer, en el estadio de Vélez Sarsfield. Nuestra opinión: Excelente

Esto no debería ser una simple crítica de rock. Esto debe intentar ser el registro de una acontecimiento extraordinario. Extraordinario en cuanto hecho creativo: pocas veces se tiene la oportunidad de ver desplegada de esta forma, la carrera de un gran artista; 40 años de la música y la inspiración de Spinetta compilados en cincuenta temas, durante las cinco horas y media de un show sin retaceos. Pura entrega, pura generosidad; no sólo en cuanto al repertorio elegido, sino también en el reconocimiento plagado de adjetivos elogiosos a los muchos invitados que, a lo largo de la noche, fueron acompañando a Spinetta en este recorrido sin tregua.

Extrordinario también, porque no se recuerda un recital tan largo, en el que un solo y mismo artista se mantenga allí, de pie e impecable en todo sentido. Anfitrión perfecto, con un humor, su humor, impecable y renacido.

Extraordinario también en un sentido colectivo; porque casi 40 mil personas escucharon con atención, vibraron con intensidad y supieron devolver en aplauso tanta generosidad sobre el escenario.

Es que Spinetta se plantó allí, en el escenario, dispuesto a la entrega total. Feliz de hacerlo. Spinetta, su guitarra y su voz, y los muchos que se sumaron. Por un lado, lo que sería la banda-base de la noche: Guillermo Vadalá en guitarra, Nerina Nicotra en bajo, Sergio Verdinelli en batería y Claudio Cardone en teclados, con los que recorrió buena parte de la primera mitad del show, en la que hubo Jade, temas solistas y composiciones ajenas.

Sólo alcanza para entender la dimensión del hecho, del hecho artístico, con nombrar algunas de las imágenes que parecen casi de sueño. El y Rapoport convirtiendo la fragilidad en belleza con "Ella también"; el comienzo de "Cementerio Club" con la emoción que corre de piel en piel al escuchar ese "justo que pensaba en vos, caí muerto"; las bellísimas versiones que iluminan con luz nueva a "Mariposas de madera", a "El rey lloró", al rock total de "Adonde está la libertad", con Juanse en voz y Pappo en el alma. El "Asilo en tu corazón", con Páez; el "Bajan" con Cerati; el "Rezo por vos" con Charly.

“Ella también” (1982

Luego fue el tiempo de las bandas. Socios primeros. Y tras ellos, tres increíbles, mágicos momentos; como en un hechizo triplicado se corporiza primero Invisible para rasgar la noche con el rock feroz y complejo de "Jugo de lúcuma" y "Lo que nos ocupa" y más; luego Pescado Rabioso, y un público asombrado, incrédulo, transfigurado, asiste a esta magia que gambetea al tiempo y devuelve temas que no le habíamos escuchado por años; y, por fin, Almendra, los cuatro intactos Almendra, que pasan por "Fermín", por "A estos hombres tristes" y finalizan, cuatro voces, una guitarra, con los versos y coros de "Muchacha".

Algunos cuentan que vieron una estrella fugaz. Hay gente grande que llora y jóvenes estremecidos. Es que todo fue más que lo que se esperaba. Y la confirmación, la tranquilidad, de que no se trataba de nostalgia o recuerdo, sino del placer de hacer música, del placer de dar música. Spinetta, en estado de gracia. Ahora todos esperaremos ansiosos el nuevo disco de Spinetta. Mañana es aún mejor.

Adriana Franco

Apostillas

Conciencia. Spinetta dedicó el final del concierto a recordar el trabajo de Conduciendo a Conciencia. Además de tocar el tema "8 de octubre", con Mollo en guitarra, al cerrar el show, él y todos los músicos se pusieron una remera alusiva. El Flaco aprovechó para quejarse de que la Rolling Stone , en la foto de tapa, oscureció la leyenda de la remera.

Sin vendedores. No hubo en el estadio los habituales vendedores ambulantes, que vocean gaseosas o comidas, y perturban la escucha. Claro que, una vez en la calle, casi a las 4 de la madrugada, todos desesperaban por algo.

Pregunta. "¿Dónde estabas en los 70?", le preguntaba un joven de no más de 20, a su padre taxista que, generoso, había ido a buscarlo. Con T-Rex sonando en el autostereo, el hombre trataba de explicar por qué tenía tantos vinilos de Pink Floyd y Led Zeppelin y tan poco de rock local.

l”Credulidad” (1973)

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Corrupta, asesina y estúpida.

image 

No digo nada nuevo ni descubro nada oculto a lo ojos de nadie. La policía que tenemos es una agencia de negocios corruptos, sus prácticas son de una banda asesina y sus dotes como cuerpo de prevención e investigación llega a niveles de impericia abismales.

Este asunto de la familia Pomar los expone a la luz del día. Resulta que pasaron 24 días y no pudieron encontrar un auto volcado a la orilla de una ruta en la zona centronorte de la provincia de Buenos Aires. No fue en la cordillera, no fue en el impenetrable chaqueño ni fue en un camino perdido en la estepa patagónica. En esa zona cada metro cuadrado de campo vale casi como un metro cuadrado construido en la ciudad.

Esa ruta es transitada por todos los que procuran evitar la mortífera ruta 8 y van camino a Pergamino y aledaños.

Resulta que el problema fue que estaba bajo los arboles en un yuyal de metro y medio de alto!!. Claro, un auto volcado en la banquina de una autopista al primer (tal vez al segundo) rastrillaje se lo encuentre. Ay ay ay!.

El rastrillaje es para buscar justamente en lugares como ese, un pequeño “bosque” de 10 árboles y un yuyal. Un rastrillaje policial es para buscar en esos sitios, en otros, lo encuentra cualquier movilero de TV.

Bueno, cualquiera sea la hipótesis con que este extraño caso termine, se confirmará alguno de los tres adjetivos, no tengo dudas.

Cali 

martes, 8 de diciembre de 2009

Una más…

image

Sigo visitando las críticas y crónicas del acontecimiento del viernes 4 de diciembre. Este hace referencia a aquel “Festival del Amor” que reunió una bocha de músicos en 1977. En varios momentos del viernes recordé ese festival (para mi fue en el Sportivo América de Rosario). Luego Charly partiría a Brasil y volvería con Seru Giran.

Marcelo Fernández Bitar es otro cronista histórico del “rock nacional”. Lo siento, la crónica no podía ser breve. De ninguna manera.

Una plegaria para un muchacho claro del Olimpo

Para sintetizar una buena cantidad de hitos de toda su carrera, Luis Alberto Spinetta precisó
que el recital del viernes en Vélez sobrepasara la barrera de las cinco horas. Duración inédita para un show único e irrepetible.

MARCELO FERNÁNDEZ BITAR diario Crítica (6/12/09)

A los solistas les resulta más sencillo festejar un aniversario en su carrera, por ejemplo, las dos, tres o incluso cuatro décadas de trayectoria. Pero la tarea se les complica bastante a los artistas que tuvieron varios grupos, por la logística misma de reunir a tantos integrantes originales, músicos que pueden estar atravesando diferentes etapas personales, profesionales y hasta de salud.

En la Argentina existen contados ejemplos, siendo quizás el “Festival del Amor” de Charly García el más famoso, por haber reunido en 1977 a Sui Generis, Porsuigieco y La Máquina de Hacer Pájaros en el Luna Park. Pero por entonces sólo tenía cinco años de carrera profesional, intensos, pero pocos. En cambio Luis Alberto Spinetta se animó a celebrar el viernes por la noche la impresionante cifra de 40 años de actividad, convocando sobre el escenario de un atiborrado estadio de Vélez a auténticas leyendas del rock argentino, como son los conjuntos Almendra, Pescado Rabioso, Invisible, Spinetta Jade y hasta Los Socios del Desierto (irónica vuelta del destino: la banda más reciente es la única donde falleció un integrante, el recordado baterista Daniel Wirtz).

El resultado podría describirse como un largo concierto en el formato del “... and Friends” que alguna vez plasmaron figuras como Eric Clapton, Bob Dylan y B.B. King. Esos espectáculos gigantes donde el anfitrión va tocando canciones de diferentes épocas junto a una sucesión de músicos. Pero la apuesta de Spinetta fue tan osada, ambiciosa y generosa que no debe haber muchos ejemplos similares, por el hecho de reunir por primera vez en décadas a cuatro grupos de antología, cuya influencia aún se puede palpar en las nuevas agrupaciones y solistas que surgen en el panorama local.

Para lograrlo, claro, era necesario sortear un desafío que seguramente le costó un buen período de dudas, marchas y contramarchas: armar la lista de temas. Y si reunir a las bandas ya era un apasionante dilema, a la hora de definir el repertorio el Flaco redobló la apuesta y decidió que el recital no fuera “apenas” el regreso de sus grupos emblemáticos y eternos. En efecto: además quería celebrar sus 40 años de carrera y su inminente cumpleaños en enero. En el caso de un artista como él, eso implica resumir la friolera de más de 30 discos. Visto en ese contexto, la impresionante duración que pasó la barrera de las cinco horas resulta una buena síntesis, a la vez que la gran duda de la noche era si había superado el antológico Obras de Pappo & Deacon Jones. En ese caso, no sólo sería un concierto antológico: también sería un récord.

En cuanto a la convocatoria, siempre se dijo que los seguidores de Luis Alberto Spinetta constituían una suerte de público de culto, fans incondicionales que, a lo largo de los años, no dejaban de estar al tanto de su ídolo, yendo a recitales y comprando discos, libros o revistas con la estampa del Flaco. En el pasado, incluso con la reunión de Almendra de 1980, esto se tradujo en un puñado de shows en Obras (un récord para la época), algún Luna Park y varias funciones en teatros céntricos. Pero nunca rozó, ni siquiera, la dimensión enorme, el poder de atracción de este recital, que congregó a una buena cantidad de gente entre quienes sí habían visto en vivo a algunos de estos grupos, y, también, a aquellos “chicos” (incluso unos cuantos cuarentones) que jamás habían presenciado un show de Almendra, Pescado Rabioso o Invisible, las tres gemas de la noche. El total, sumando invitados, alcanzó a llenar por completo el estadio de Vélez con 40 mil personas, gente erudita en “Spinetta-talk”, capaz de anticipar una canción con sólo oír los acordes iniciales (“Alma de diamante”) o los arreglos vocales de una introducción (“A estos hombres tristes”). ¡Y ni hablar del espectáculo surrealista que constituía ver un estadio entero recitando frases como “Muebles de pata de bronce” o “Las uvas viejas de un amor en el placard”!

“La bengala perdida” (1988)

SIN CUENTA.

El repertorio finalmente alcanzó el total de 50 canciones, que arrancaron a las 21.50 y siguieron hasta pasadas las tres de la mañana. Primero con elegante chaleco negro y camisa blanca (luego se pondría un saco claro, quizás por el frío), Spinetta saludó con un sencillo “Buenas noches, ¡estoy muy emocionado!”, y pidió un aplauso para los músicos que convocó y no pudieron estar presentes, como Pedro Aznar, Lito Vitale, Frank Ojstersek, Mariano García Reynoso, Nicolás Ibarburru, Rafa Arcaute y Rodolfo Mederos, todos ex integrantes de alguna banda o álbum suyo. “Me los perdí, lo lamento”, dijo. Después confesó que le hubiera gustado versionar a Moris, Andrés Calamaro, el Indio Solari y Hugo Fattoruso (“el genio más grande que dio el Río de la Plata”, Flaco dixit).

Hecha la aclaración de todo lo que no iba a ocurrir en el escenario, presentó a los músicos de su grupo actual, dejando entrever que primero quería subrayar y mostrar con orgullo su sonido y estado actual antes de iniciar la esperada serie de flashbacks y saltos en la línea del tiempo. “Ha sido un trabajo duro –admitió–pero muy feliz”. Así, arrancó con el tema “Mi elemento”, de su último CD, Un mañana, para enseguida llamar al frente al primer invitado, el guitarrista Baltazar Comotto (a quien calificó como un “violero atómico”), para lucirse con gran desempeño en “Tu vuelo al fin”.

image

El conjuro de la magia del pasado comenzó a tomar forma con el primero de varios minisets armados sobre la base de grupos, álbumes o músicos determinados. A solas con el tecladista Diego Rapoport, entonces, sorprendió y cautivó con exquisitas versiones de “Ella también” y “No te busques ya en el umbral”.

Un breve salto en el tiempo condujo a dos joyas de su discografía solista de fines de los años 80: “Fina ropa blanca” y “La bengala perdida”, junto a su banda actual y –otra precisa y poética definición del Flaco– “un músico estratosférico”: Juan Carlos “Mono” Fontana. Otro flashback trajo recuerdos del primer disco de Spinetta Jade, y el mismísimo Juan del Barrio (“otro grande de los tecladistas que pasaron por Jade”) tocó los característicos colchones de sintetizadores de “Sombras en los álamos” (una rareza, por cierto) y el recordado hit “Alma de diamante”. Este tramo del concierto cerró con cuatro gemas más: “Psicocisne”, “Al ver verás”, “¿No ves que ya no somos chiquitos?” y “Cielo de ti”, donde se sumó Javier Malosetti y asomó como chiste de la noche la falta de superlativos para presentar a los sucesivos invitados. La gente se reía con complicidad cuando Spinetta mencionaba a “un talentoso” y aquí hasta se justificó explicando: “¡Les digo genios porque son una bola de genios!”.

“Fina ropa blanca” (1989"


SPINETTALANDIA Y SUS AMIGOS.

Antes de llegar al tema número 25 y al casi obligatorio intervalo, se produjo una imparable sucesión de grandes invitados, como Fito Páez (“Las cosas tienen movimiento” y “Asilo en tu corazón”, del monumental La La La), Juanse (un enérgico “Adónde está la libertad” de Pappo), Gustavo Cerati (“Té para tres” de Soda, y “Bajan” de Artaud) y Charly García (“Rezo por vos”, ovacionado por toda la cancha). Ellos también cumplieron un sueño al compartir escenario y hacer temas antológicos, como bien dijo el propio Cerati.

En el medio de tantas celebridades, el tramo de evocación a los inicios heroicos del rock local incluyó “Mariposas de madera” de Miguel Abuelo y “El rey lloró” de Los Gatos ( junto al ex Jade Beto Satragni), otro preciado hit de Artaud (“Cementerio club”, con su hermano Gustavo Spinetta en batería), un miniset de aquel discazo que fue Bajo Belgrano, junto a Leo Sujatovich, una versión de “Necesito un amor” de Manal hecha por sus hijos Dante y Valentino Spinetta “con todo amor y respeto aunque no sé si le gusta el rap” y hasta un homenaje a Charly con una inesperada versión de “Filosofía barata y zapatos de goma”.

“Bajan” (1973)

ARRANCA EL DELOREAN.

A casi tres horas del inicio, como un viaje en la máquina de Volver al futuro, la segunda etapa del recital presentó la sucesión de reuniones y regresos tan esperada. Nuevamente yendo de lo más reciente a lo más lejano, primero armó Los Socios del Desierto, con Javier Malosetti y Marcelo Torres, que hicieron tres temas: “San Cristóforo”, “Bosnia” y el hendrixiano “Nasty People”. Sonaron impecables y poderosos, tal como se recordaba de los años 97-99, pero la expectativa por llegar a la década del 70 ya se convertía, por parte del público, en ansiedad e impaciencia.

“Bosnia” (1997)

Y, de pronto, tras una larga pausa, llegó Invisible, con Machi y Pomo, reviviendo una música única, épica, progresiva, valiente, iluminada, aventurera e idealista. Tocaron cinco canciones, sumando a Lito Epumer para un brillante solo de jazz-rock en “Amor de primavera”, que no integró ningún álbum original, a diferencia del hit “Durazno sangrando” o los exquisitos (y ovacionados) “Jugo de lúcuma” y “Lo que nos ocupa es la conciencia, esa abuela...”.

Otra pausa para procesar y digerir el impacto emocional, y a la 1.20 de la mañana empezó Pescado Rabioso, con todos los integrantes (incluso Bocón Frascino, “uno de los genios más tapados” en buenos solos de guitarra rockera) y el cambio lógico de pasar a David Lebón a la guitarra e incluir a Guillermo Vadalá como invitado. Aquí fueron siete canciones en un desfile de psicodelia y rock lisérgico pocas veces visto en el mundo, con una poesía entre alucinada (“Serpiente viaja por la sal”), sencilla (“Hola dulce viento”), directa (“Credulidad”) y enérgica (“Me gusta ese tajo”, “Despiértate nena”).

Ya eran casi las dos, y Spinetta advirtió: “Esto no termina acá”, y presentó “con orgullo” (tras una nueva pausa) a Almendra, el comienzo de toda esta historia, el alfa y omega de toda una época de ideales y espíritu de libertad donde todo estaba por hacerse. Fue el único tramo donde asomó un sonido irregular, quizás producto de tantos movimientos en escena, pero aún así fue un elixir ver en vivo a temas como “Color humano”, “Fermín”, “Hermano perro” y una versión absolutamente perfecta y altamente emotiva de “Muchacha ojos de papel”, con todo el estadio de pie, sin poder creer lo que estaban presenciando: nada menos que un sueño hecho realidad.

Párrafo final para los bises, con Ricardo Mollo sumándose al flamante “8 de octubre” (con las remeras de la fundación Conduciendo a Conciencia) y un cierre con hits de los años ochenta como “Seguir viviendo sin tu amor”, “Yo quiero ver un tren” y “No te alejes tanto de mí”.

“seguir viviendo sin tu amor” (1991)

image

domingo, 6 de diciembre de 2009

Dale Gracias

image

Ahora que todos hemos dormido un poco y digerido lo que vivimos el viernes a la noche (madrugada del sábado) como era de esperar comienzan a aparecer las crónicas de lo que fue eso. Esta es de Sergio Marchi, cronista en directo de mucho del rock nacional.

Algunos equivocadamente pueden creer que fue un show nostálgico. Todo era presente, firme y eterno, no pasado. Además, una enorme expresión de gracias a quienes fueron protagonistas de una obra enorme, al fin y al cabo, “es inútil que pretendes brillar con tu historia personal”.

Dale Gracias”, Spineta Jade (1981). Beto Satragni: bajo; Diego Rapoport: teclados; Héctor "Pomo" Lorenzo: batería; Juan Del Barrio: teclados;Luis Alberto Spinetta: guitarra y voz

image

Desde la tribuna

Festival Dale Gracias

Sergio Marchi. diario Crítica, 06.12.2009

Lo de Spinetta en Vélez más que un recital fue un festival, en el sentido más amplio del término. Festival Dale Gracias, pudo haberse llamado. Porque Luis Alberto Spinetta concibió esta maratón de música más que como una reunión de grupos viejos, como un modo de poder articular en la historia (en la propia, en la del rock) a un montón de nombres desperdigados. Algunos de esos nombres volvieron a brillar merecidamente, como Bocón Frascino, olvidado integrante de Pescado Rabioso, que hizo bramar a los 37 mil en Liniers (cifra que sorprendió a todos) con sus solos en “Me gusta ese tajo”. Otros de esos músicos tienen vuelo propio y destacado (desde Fito Páez a Ricardo Mollo, pasando por Juanse, Cerati y Charly García). Otros ya no vuelan pero no se olvidan (Pappo, Miguel Abuelo, Tanguito). Solamente un artista de la estatura humana de Spinetta puede comenzar un show con la lista de los que “no van a estar”, como para dejar constancia que todos fueron tenidos en cuenta (hasta Calamaro y el Indio Solari).

El show que la mayoría iba a ver comenzó a las 0.47, tres horas después del primer acorde, cuando Invisible volvió a la vida como aquel mágico trío que supo enloquecer las formas del rock de su tiempo. Mientras tanto, Luis Alberto arrancó con su presente que, paradójicamente, se llama “Un mañana”: de ese disco extrajo “Mi elemento” y “Tu vuelo al fin”, y fue lentamente encaminándose al pasado e invitando “genios, talentos, tremendos” al escenario. Acarició con temas de su disco “Kamikaze” (con Diego Rapoport al piano); deleitó con el rescate de “Fina ropa blanca” y “La bengala perdida” (hoy tan vigente); se dio algunos gustos con “Psicocisne” y “Era de uranio”; y definitivamente sorprendió con sus versiones de temas por él admirados. Así homenajeó a Miguel Abuelo con “Mariposas de madera”, a Litto Nebbia con “El rey lloró”, y a Pappo con “Adónde está la libertad” (cantado excelentemente por Juanse).

Francamente, Spinetta podría haber acortado las más de cinco horas de show dedicándose pura y exclusivamente a celebrar su obra, evitando invitados que no eran rigurosamente necesarios, y eliminando canciones que nadie hubiera extrañado. Pues bien: ése nunca fue Spinetta. Lo que engrandece la enorme obra del Flaco es también su dimensión humana; su “alma de diamante”, que lo lleva a dejar constancia de su agradecimiento a todos los que estuvieron con él en estos 40 años, incluyendo también a un público fiel que siempre lo quiso como es, sin afeites. A un tipo coherente con su propia consigna, “mañana es mejor”, es lógico que le haya llevado un largo rodeo llegar al ayer de Almendra, Pescado Rabioso e Invisible. A la vez, Luis sospechaba que esas reuniones eran una deuda con esa audiencia que amó con locura (y lo sigue haciendo), ese repertorio que Luis Alberto acuñó con sus primeras tres formaciones.

Bastó que Gustavo Cerati, el mejor de los discípulos spinettianos, pulsara el arpegio de “Bajan”, para que la primera gran emoción bajara como torrente de la platea. “Sueño cumplido”, agradeció Cerati, y de alguna manera representó a todos los que por cuestiones de edad no pudieron disfrutar de ese gran disco que fue Artaud en su momento. Era un sueño cumplido ver de nuevo en acción a Invisible. Era otro sueño concretado volver a experimentar esa sensación llamada Almendra. Lo que alguna gente no entiende es que no importa si estos señores hoy peinan canas: es el sentimiento genuino que despiertan canciones como “Fermín” lo que verdaderamente vale. La obra de Spinetta trasciende su tiempo, no tiene edad, ni forma definida y puede hablar de mundanidades como “Me gusta ese tajo” o de estar “Poseído por el alba”. Hay algo mágico que acontece en el sonido de esos tres grupos. Y es esa magia la que aún hoy sigue protegiendo el legado del rock, en tiempos en que el impacto de lo ordinario es feroz y está instalado como discurso casi único.

El encuentro entre Spinetta y García, Spinetta y Páez, Spinetta y Cerati, y tantos otros encuentros como los que hubo en la noche del viernes, no se trata de una vulgar demostración de poder. Es una celebración de lo que de noble tiene el alma; de sentimientos elevados, de la búsqueda de la belleza, de la iluminación, de la chispa vital que enciende la alegría cuando dos artistas entran en combustión musical. Cuando el rock vivió su tiempo de oro, eso fue lo que supo hacer. Lo que hizo Spinetta, más que celebrar su cumpleaños, los 40 de Almendra o la inmensidad de su legado artístico, fue simplemente recordarnos que esa llama no se ha apagado, aunque una multitud de necios se haya empecinado en arrojarle tierra. Fue un soplo para avivar el fuego sagrado del rock del cual Spinetta ha sido fiel custodio. De nosotros dependerá que ese fuego dé calor, pero que no incendie; de que su uso sea racional y no un elemento de destrucción. El de la obra de Luis Alberto Spinetta es un fuego que puede iluminar el rock de este tiempo, para que otros encuentren la buena senda. De recordar eso se trató la larga ceremonia del viernes en Liniers.

image

Amor de Primavera

1124292

No puedo agregar nada a lo que hoy se puede leer en las críticas de todos los diarios y que seguramente continuarán mañana dado que la música continuó cuando ya los diarios se estaban imprimiendo. Todos quienes estábamos en Vélez (y muchos de los que no pudieron estar) sabíamos que era un hecho histórico e irrepetible, antes, durante y después de anoche.

Personalmente, creo que es en algún sentido una “despedida” de Spinetta. Dejar un mensaje contundente de cariño por toda su obra, por todos los músicos que lo acompañaron y que crecieron junto a él. Cada grupo que Spinetta armó terminó siendo un “seleccionado” que permanece en la memora de quienes los disfrutaron. Todos, sin excepción, y casi todas las formaciones o fragmentos de las mismas estuvieron anoche. Todas mostrando que están mejor que su original, superando expectativas. Grandes músicos, simplemente. Podrán vender discos hoy o no, pero están enteros y sabios.

Spinetta dejó de esta manera clara su reconciliación y admiración por las bandas a lo largo de su historia y sus músicos. Algunas habían tenido finales agitados propios del frenesí de la época, como Pescado Rabioso. Por otro lado, resultó sencillamente una “entrega total” como lo definió el propio Spinetta, que haya decido que debía versionar a Litto Nebbia, a Miguel Abuelo, a Tanguito, a Javier Martínez, que expresara su deseo de versionar a Calamaro, a Moris, al Indio Solari y a Hugo Fattorusso. Que haga “filosofía barata y zapatos de goma” mientras Charly lo miraba a metros, al costado del escenario, francamente no tiene precio, no tenía por qué hacerlo, no había cálculo allí, simplemente admiración y amor por la música y sus autores.

image

El público de Spinetta, mayoritariamente, no es de estadios, él tampoco, de allí que el concierto tuviera por momentos aspectos “artesanales” de otros tiempos, con plomos yendo y viniendo, con acoples y esperas. Algo que el “rock” profesional que suele verse hoy en los estadios no muestra, éste era de “aquellos”, pero gigante.

La palabra gigante se adapta para describirlo todo, la calidad que tuvo, la “carga” que todos le poníamos y… la extensión!! Tremendo, casi 6 horas, yo sin cenar, sin haber almorzado casi, habiendo arrancado el día a las 6:45, en fin, ya para los 2:00 am ya ya estaba arruinado. Pero es allí donde pongo el cerebro casi como una máquina de filmar y lo revivo ahora que estoy más fresco.

Anoche Spinetta hizo “Amor de Primavera” de Tanguito, en el set de Invisible con el agregado de la guitarra de Lito Epumer. Aquí pongo una versión grabada en 1990 del disco “Exactas” (grabado en la Facultad de Ciencias Exactas), la banda de ese momento era: Luis Alberto Spinetta (guitarra y voz), Guillermo Arrom (guitarra), “Mono” Fontana (teclados), Claudio Cardone (teclados), Javier Malosetti (bajo), Marcelo Novati (batería)

Invisible en la preparación de Vélez y en sus comienzos como trío.

imageimage

jueves, 3 de diciembre de 2009

Reforma política: no cuenten conmigo

image

Entre las perlas de la “Reforma Política” aprobada por el Congreso Nacional se incluye la obligación de participar de las “primarias” de los partidos políticos. ¿Se acuerdan de los partidos políticos? Bueno, como son absolutamente incapaces de generar alguna propuesta política que genere alguna adhesión ciudadana por fuera del apriete, la ayuda fraudulenta y la promesa hipócrita, ahora se intenta que uno legitime sus candidatos por medio del voto en sus internas, entonces se produce el milagro de volver legítimo a la truchada de siempre.

No cuenten conmigo.

No fui a votar en las últimas elecciones porque se rieron del electorado de manera vergonzosa y descarada.

Ahora, por medio de esta reforma, en la que progresivamente quedarán sin oxigeno partidos menores, nos veremos en la obligación de legitimar lo que quede, amparados por la participación forzada en sus internas.

No contarán conmigo.

Aprovecho para estimular a quien lea esto, visitando el portal de noticias OPI Santa Cruz.

Así “reforma” la política el ex presidente Néstor Kirchner

Ley de Lemas Aberración Perfecta - Foto: Libro
03/12 – 17:30 - Con la autorización expresa de su autor, OPI Santa Cruz publica el primer capítulo del libro “La époKa” de Miguel Chazarreta, que saldrá próximamente a la venta. En esta primera parte del ensayo realizado por el escritor santacruceño, el lector podrá encontrar los verdaderos fundamentos de la estrategia K a la hora de interpretar la política y el concepto particular de “Reforma” que ha tenido el ex presidente, desde que gobernó por varios periodos la provincia de Santa Cruz. Este capítulo es un invalorable aporte que hace el autor a nuestro público y adelanta, de alguna manera, la importancia que tiene este infaltable ejemplar, en la biblioteca de aquel que quiera realmente conocer cómo el “modelo K” fue migrado desde estas comarcas al plano nacional.

Aquí el capitulo uno

Nota relacionada:
“La époKa” un libro que promete explicar “el modelo K”