viernes, 13 de noviembre de 2009

“¿Qué estás pensando?” (Facebook)

Francamente no tengo estadísticas ni nada que me permita decir que los blogs decaen frente a las autodenominadas “redes sociales”. Acorde a los especialistas que opinan en la nota que reproduzco abajo parece que al menos dejarán de crecer. Lo que sí veo es una explosión de Facebook que sorprende, prácticamente la totalidad de las pantallas están en Facebook a toda hora. En cualquier lado que hay una pantalla encendida, aunque sea a escondidas en el trabajo, emerge el universo Facebook. En otras geografías son más populares otras “redes”, pero Facebook reina por aquí, sin dudas. No dejo de sorprenderme, Facebook es una especie de reality show de sus vidas y las de sus “amigos”.

No puedo juzgar la validez, la utilidad o el rol social profundo que está jugando Facebook. Pero me sorprende leer tantos detalles, micro-sensaciones, nimiedades varias y reacciones epidérmicas, todas breves e instantáneas. Todavía no comprendo mucho ese universo. Quizás soy de una generación donde las cosas eran mucho más sólidas: opiniones, ideas, relatos, historias y conflictos. Confieso que me abruma, me sorprende, pero no me animo a calificar del todo. Veo situaciones tales como que alguien coloque que se va a dormir porque tiene sueño y eso desencadena unos cuantos comentarios. Aunque mucho más sorprendente es que yo puede leer eso!.

Cuando comenzó el boom de internet solía decir que alguna gente “navegaba” en internet, mientras otra gente “naufragaba”. Ahora, en Facebook, como objeto central de comunicación, nos coloca a todos en calidad de “náufragos”. Tiramos mensajes esperando una reacción, un eco, un “toque”. A veces entro a Facebook como se entra a mirar una película de náufragos y termino siendo parte del elenco.

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El apocalipsis de los blogs

Las redes sociales –Facebook y Twitter– ponen en crisis el sentido de las páginas personales. La discusión es si se terminan o se transforman.

Patricio Barton, diario Crítica, 09.11.2009

El eterno fin. En tecnología, lo nuevo mata a lo viejo: hoy les toca a los blogs, mañana podrá ser el turno de las redes sociales.

“Internet, como la conocemos hoy, ya fue”, advierte Leandro Zanoni –periodista y editor de e-blog, pionero en el universo blogger dedicado a temas de medios digitales y cibercultura–. “La web son computadoras conectadas, y no sitios web con direcciones fijas. Hoy los blogs no pueden prescindir de las herramientas de las redes sociales. Para los chicos ahora internet es Facebook, su contacto con la web empieza y termina ahí, casi no la usan para otra cosa. Con este panorama creo que los blogs encontraron su meseta, y es probable que cada vez surjan menos, pero los que ya están se van a consolidar aún más”.

Se estima que hay alrededor de 500 mil blogs argentinos, aunque censar lo virtual es una tarea tan sinuosa como inútil. Quizá como un resabio de la cultura analógica aún persiste la tendencia de cuantificar todo lo que sucede en internet. Pero la foto siempre sale movida, porque la web va más rápido. Durante la época de auge de los blogs (2005-2006) se decía que en el mundo se abría uno nuevo por segundo (86.400 por día si se quiere ser más espectacular, y 31.536.000 por año, si tiene ganas de hacer cuentas). Lo cierto es que el 30% de ellos era abandonado antes de los tres meses. O según Technorati –el buscador especializado en bitácoras– habría ahora algo menos de 100 millones. Nada dura demasiado en la web.

Hace un año la revista Wired –quizás el máximo referente del periodismo image tecnológico– anunciaba algo así como “la muerte de los blogs”, incluso la propiciaba. El periodista Paul Boutin hacía un llamado a no abrir nuevos blogs y recomendaba cerrarlos a quienes tuvieran uno. ¿Los motivos? Que la blogósfera ya no era un espacio expresivo y práctico, y que las nuevas herramientas de la web 3.0 (de las redes sociales) serían mucho más útiles y fáciles de usar. Las profecías funerarias son muy frecuentes en el universo de lo mediático: la fotografía mataría a la pintura, el cine a la fotografía, la televisión al cine e internet a la televisión. Pero no. En el libro El fin de los medios masivos (Ed. La Crujía, 2009) el especialista Hugo Kuklinski asegura que “todos los medios se reconfiguran con la convergencia” y que ninguno ha logrado “matar” a otro. En este sentido, “los blogs están mutando rápidamente y en esa mutación algunos creemos que se convertirán en otra cosa: ¿e-magazines?”, se pregunta.

En estas pampas, Zanoni sabe que su e-blog mutará pronto: “No sé si se convertirá en una aplicación o en qué cuernos, pero sí sé que si tenés un blog tenés que ir adonde esté la gente. Y hoy la gente está en las redes sociales. Ahí es en donde se puede sumar más público e incluso postear directamente y recibir comentarios que no son anónimos. O sea que también Facebook tiene algunas ventajas comparativas. Por ejemplo, hay una herramienta que se llama “Facebook connect” a través de la cual se pueden ver los perfiles que visitan a determinados blogs. Y todo va en esa dirección: las redes sociales son la cancha en la que se juega el partido. Facebook es una aspiradora de la web que se está chupando todo el contenido. Cualquier cosa que se está haciendo hoy en internet no va a poder evitar pasar por alguna red social”.

image Varios de los que antes pensaban hacerse blogueros, ahora se mudan a redes como Facebook y Twitter. Pero el éxodo, quizá, lejos de debilitar a los blogs, los fortalezca en su entidad: como espacios expresivos y refugios de autor. Al fin y al cabo el blog no es un género literario, sino una herramienta como tantas otras. “Hay blogs personales, grupales, literarios, de empresas, de lanzamiento de producto, diarios de viaje, de acciones publicitarias precisas. ¿Y qué tienen en común? Nada. Solamente el formato: el último post va primero, tiene un título, comentarios”, dice Zanoni, quien además destaca que el universo blogger en la Argentina está muy desarrollado, que hay muy buenos contenidos y “son cada vez más profesionales”. Los blogs se parecen cada vez más a los sitios web, y viceversa. Mientras las fronteras en internet son cada vez más difusas, sus tendencias y saltos evolutivos se presentan como espasmos. El surgimiento de cualquier cosa es rotulado como “boom” y su atenuación no puede hacer menos ruido: se la llama “muerte”. Por estos vaivenes han pasado “las puntocom”, “second life” y ¿los blogs?

Revisando evidencias podría decirse que quienes no tienen mucho para decir no pueden sobrevivir en la blogósfera. ¿Pero sí pueden tener larga vida en Facebook? image (los signos de interrogación fueron puestos para evitar demandas e insultos). “La mayoría de los blogs son unipersonales porque la motivación principal sigue siendo expresiva. Quizás el interés comercial llega después. Pero si surge antes, en general fracasan, porque pierden ese potencial de chispa que necesita el blog. Ninguno de los más exitosos surgió con la idea de hacer un negocio”, dice Zanoni –que además maneja una agencia de publicidad que pauta en blogs–.

Nadie sabe aún si en unos años –que siempre son pocos– los medios no estén anunciando “el fin de las redes sociales”, pisoteadas por un nuevo “boom”. Mientras tanto, allí están los blogs, glosados en estas líneas por un diario que aún se imprime en papel. En el reino del revés también hay ejemplos que funcionan como excepción: en Chicago y San Francisco mucho de lo que se publica en blogs sale impreso en papel en The Printed Blog, un curioso semanario que emprendió el camino inverso de la transformación mediática. Aunque más no sea para arrogarnos el curioso goce de la primicia, anunciamos aquí su próximo deceso.

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