sábado, 8 de marzo de 2008

Hey, Mr. Bob Dylan, toque unas canciones para nosotros (2da. parte)

Continúo con la nota de Rodrigo Fresán publicada en el Radar (2/3/2008) con una selección de lo que sería una ideal selección de temas de Dylan y que arrancó en la entrada del 6 de marzo.

Cali

MASTERS OF WAR
The Freewheelin Bob Dylan (
1963)

Probablemente el himno antibelicista más efectivo y brutal de toda la historia. Un arma de destrucción selectiva apuntada y dando en el blanco correcto. “Jamás había escrito algo así antes. Yo no canto canciones donde digo que deseo que ciertas personas mueran, pero no pude evitarlo con ésta”, explicó Dylan. La ha incluido en sus conciertos a lo largo de toda su carrera y –en un gesto para muchos controversial– la interpretó al recibir un Grammy honorífico en 1991 en plena Guerra del Golfo Parte I. Al respecto, Dylan le explicó a Mikal Gilmore de Rolling Stone: “Me llamaron para comunicarme que me iban a dar uno de esos premios que en realidad no sabes si son un reconocimiento o un insulto. Lo único que me acuerdo de esa noche es que yo tenía una fiebre muy alta y que estaba, también, muy desilusionado. Había estallado la guerra y todos los músicos que habían escogido para cantar mis canciones no querían subir a aviones, preferían quedarse con sus familias. Así que en lugar de que cantaran ellos me pidieron que cantara yo. Y yo estaba muy decepcionado de toda esa gente supuestamente tan idealista y elegí ‘Masters of War’. Así que subí y la canté. Por entonces la prensa me percibía como a alguien completamente irrelevante. Pero lo que no saben es que yo siempre tengo una canción para cada momento”.


A HARD RAIN’S A-GONNA FALL
The Freewheelin’ Bob Dylan (1963)

“Es una canción desesperada”, sintetizó un entonces joven pero maduro Dylan. Fue escrita en un sótano en los días de la crisis de los misiles cubanos. Pero –según su autor– sin referirse “a una lluvia atómica ni a nada por el estilo. Es una lluvia pesada. Una especie de final inminente. Las palabras salieron rápido. Muy rápido. Es una canción sobre el terror. Línea tras línea, intentando capturar esa sensación de la nada. La escribí pensando que ya no tendría mucho tiempo para escribir otras”. Está claramente basada en la balada/canción de cuna tradicional ‘Lord Randall’, pero Dylan la reinventa y la hace suya para siempre o, por lo menos, hasta que todo acabe. Leonard Cohen y Joni Mitchell han declarado que decidieron ser cantautores luego de escucharla por primera vez. Mike Scott –de The Waterboys– la definió así: “Una canción descendiendo desde la cima de la montaña. No hay nada mejor que esto”.


THE TIMES THEY ARE A-CHANGIN’
The Times They Are A-Changin’ (1964)

El más talentoso publicista de Madison Avenue no podría haberlo hecho mejor. He aquí el mejor jingle hecho a medida para que los hijos se lo arrojen a sus padres en la cara. Bíblica y acaso demasiado astuta, resulta innegable su poder residual, que incluso impresiona al mismo Dylan, que la ha mantenido en su repertorio porque “cada vez que la canto siento como si la hubiese compuesto ayer”. Sin embargo, muchos consideran que ya es hora de dejarla de lado porque ha perdido todo sentido cantada por un señor mayor que, además, no dudó en “alquilarla” para un aviso televisivo de la megaempresa consultora Coppers & Lybrand y para otro del Bank of Montreal.

Una postal de sus épocas de militancia por los derechos civiles: junto a Joan Baez y Paul Stookey en el Lincoln Memorial, el día de la marcha sobre Washington, 28 de Agosto de 1963.

No hay comentarios:

Publicar un comentario